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Diego Zavala, hermano de una de las víctimas de secuestro por parte del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), dijo que la muerte de Osvaldo Daniel Villalba Ayala (39 años), ocurrido el domingo 23 de octubre en la zona de Cerro Guasu (Amambay), representa un duro golpe al ciclo de violencia del grupo criminal, ya que el abatido por el Comando de Operaciones de Defensa Interna (CODI) era uno de los integrantes más sangrientos de la banda.
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“Uno nunca puede alegrarse de la muerte de alguien. El odio te deshumaniza porque en la medida que una persona se va llenando de odio pierde la alegría. Pero, como víctimas siempre exigimos que se haga justicia porque no queremos que haya más afectados por estos criminales”, puntualizó Zavala en el programa Expediente Abierto, emitido todos los domingos por ABC TV, de 19 a 20:00.
No obstante, el hermano de Fidel Zavala aclaró que la justicia sucede cuando los criminales son detenidos y pagan por todos sus crímenes, lo que no ocurre con la mayoría de los miembros del EPP, quienes prefieren enfrentarse con los agentes de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y caer abatidos que ponerse a disposición de la Justicia para ser procesados.
Secuestro y liberación de Fidel Zavala
Diego recordó el rapto de Fidel, que se produjo el 15 de octubre de 2009 en la estancia Mabel, distrito de Paso Barreto (Concepción), e indicó que en el marco de las negociaciones para la liberación de su hermano dialogó en varias ocasiones con Osvaldo Villalba.
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“En todas las conversaciones entraba de forma violenta, con amenazas. Me decía que ya no íbamos a volver a ver a Fidel o que le iban a cortar una oreja, una mano o algún otro miembro. Con ese tipo de amenazas jugaba con nuestra mente”, resaltó Zavala.
Diego puntualizó además que así como nadie está preparado para una enfermedad terminal tampoco lo está para el secuestro de un familiar. En ese sentido, destacó el acompañamiento y apoyo que la familia recibió de varios amigos para juntar los US$ 550.000 que pagaron por el rescate de Fidel, liberado por los criminales del EPP el 17 de enero del año 2010.
Adoctrinamiento de niños, objetivo del EPP
Diego Zavala lamentó que el grupo criminal EPP agregue a sus filas a niños y adolescentes e indicó que los dos indígenas asesinados por los criminales, en el último atentado que perpetró la banda antes de la muerte de Osvaldo Villalba, se produjo porque la comunidad a la que pertenecían se negó a que los menores de edad se alisten a la banda delictiva.
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Al respecto, alertó que el EPP tiene como objetivo a niños y adolescentes porque estos crecen con el adoctrinamiento del grupo criminal y “es más fácil meterle en la cabeza la ideología criminal que tienen estos delincuentes”.