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Aproximadamente existe 73% de informalidad laboral en el país, según la Organización Internacional de Trabajadores, afirmó el abogado laboralista, Eduardo Pérez Avid. Debido al descontrol existente, no es conveniente entablar aún la semana laboral de 4 días, según su criterio.
“Es como querer edificar un edificio de 15 pisos sobre el mismo cimiento. Hoy en día es de descontrol. 73% de informalidad laboral, sin seguro social, sin cobrar el salario mínimo”, aseguró. Agregó que son 750.000 personas aproximadamente las que están en la zona de desempleo abierto.
En ese sentido, aseguró que tenemos un panorama laboral muy crítico, en el que muchos empleadores que trabajan en negro no van a abandonar su estado de satisfacción de ganancias para someterse a una política de reducir las horas y días de trabajo. “Es impensable en este momento. Hay que arreglar la informalidad”, dijo.
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Algunas unidades productivas podrían reducir jornada laboral
Sin embargo, el abogado habló de que algunos tipos de unidades productivas podrían implementar los 4 días laborales a la semana, ya que existe una recomendación de estudios y congresos internacionales de derecho laboral.
“De lo que fue hace 100 años atrás, de la lucha por 8 horas laborales, el sistema de trabajo y la presión psicosocial que recibe el trabajador ha cambiado radicalmente”, afirmó.
Agregó que con la incorporación de tecnología e inteligencia artificial automatizadas, un trabajador produce lo que 100 trabajadores producían cien años atrás.
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Constitución y Código Laboral establecen cantidad máxima de horas por semana
Eduardo Pérez Avid aseveró que nuestra Constitución Nacional y legislación laboral contemplan las horas máximas que puede desempeñar un trabajador/a en relación de dependencia en 48 horas semanales.
Recordó que en la década de los 90′ se cumplió en un 90% con las 8 horas diarias y el seguro social. “Hoy día tenemos un retroceso en cuanto cumplimiento de normas, trabajando hasta 16 horas muchos en el sector del transporte, por ejemplo”, criticó.
Aseguró que el Ministerio del Trabajo fue un rotundo fracaso, no por la institución en sí, si no por las personas que ocuparon los cargos, debido a que se tenía que apostar a gente que conozca el fuero. Sin embargo, durante dos gobiernos se improvisaron a las personas a cargo, finalizó.