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El señor Alberto Aguiar, de profesión taxista, ingresó al Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS) el pasado 16 de junio, cuando cayó en plena calle por un accidente cerebro vascular (ACV).
Durante su internación se le formaron escaras, que empeoraron hasta el punto de dejarlo prácticamente sin talón, con el hueso expuesto. Hoy, es muy probable que le amputen uno de sus pies debido a que estas lesiones no se atendieron a tiempo.
Según denuncian los familiares, estas escaras empeoraron debido a la negligencia médica del personal de la previsional, que no atendieron adecuadamente esta condición de la piel, pese a que sus hijas insistieron mucho en que estas lesiones sean atendidas, pero eran ignoradas por médicos y enfermeras.
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No le ayudaban a mejorar
Aunque compraron un colchón antiescaras, taloneras y todo lo que pudieron, sintieron que las licenciadas y médicos se burlaban de ellos, pues no le movían de posición como indicaba el especialista, y tampoco le ponían las taloneras. En síntesis, no seguían las indicaciones para lograr la mejoría del paciente. Su hija incluso dijo que tiene sospechas de que no alimentaban a su padre, pues ahora lo encontró con un grave cuadro de desnutrición. También tiene dudas sobre el tratamiento que le hicieron a su papá, pues este además del ACV tuvo complicaciones como una neumonía, que supuestamente los médicos “estabilizaban”, pero el hombre nunca se sanaba por completo.
A las escaras le hacían menos caso aún, e incluso una doctora llegó a “molestarse” con la hija por hacerle tantas preguntas, y le respondió que “era la última vez que le iba a hablar sobre ese asunto”.
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Lograron trasladarlo a sanatorio
Hace doce días, la familia logró que el señor Aguiar sea trasladado al Sanatorio Americano, por medio de un convenio que tiene el IPS con centros privados.
Si bien se sienten mucho más tranquilos en este sitio, donde por fin vieron mejoría en el cuadro de neumonía intrahospitalaria de su padre, pues en IPS no se recuperaba, siguen denunciando la negligente atención que sufrieron en IPS Central, que hace que hoy su padre tenga los talones en carne viva, por culpa de las escaras en la piel que nunca fueron atendidas en forma.
Este traslado lo consiguieron luego de que le dieron de alta en el IPS el 10 de agosto, porque supuestamente estaba estable, pero el señor Alberto volvía a empeorar y sus familiares lo volvieron a traer a la urgencia de la Previsional el 16 de agosto.
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Se niegan a volver a IPS
El 18 de agosto lo quisieron subir al quinto piso, pero la familia se opuso porque ya habían pasado por esto, y el señor Aguiar solo empeoraba. Por temor a que la desmejoría sea peor y se ponga en riesgo la vida de su padre, exigieron que lo trasladen a un lugar mejor.
Presión mediante, lograron que les hicieran caso, y les dieron como opción los convenios con hospitales privados.
Según Sonia, médicos del Americano resolvieron en 10 días la neumonía que en el IPS no le pudieron controlar en dos meses a su padre.
Probable amputación
“Le dan la medicación, le dan de comer y se lo atiende. Estamos gestionando los estudios del pie, el sábado lo vio un cirujano uno de los dos está peor, con un hueso expuesto. El medico dijo que es probable que pierda ese pie”, lamentó la hija.
Es por eso que ahora se atreven a hacer la denuncia, pues su familiar podría perder el miembro y todo debido a la indiferencia de los médicos y enfermeros del IPS, que hicieron de menos el problema.
Sonia lamenta que le negaban el acceso para alimentar a su padre, cambiarle el pañal etc, pero las licenciadas tampoco hacían estas actividades, hecho que ella notaba cuando por fin lograba entrar junto a su papá y lo veía en un deplorable estado de abandono.
Médicos “se molestaban”, por cuestionamientos
“Peleábamos con ellos para que le vean el pie, cada día veíamos la escara más grande y e reclamábamos a la doctora jefa de sala qué podíamos hacer, si nos podía recetar alguna crema. Ahí fue que me dijo que no hacía falta absolutamente nada y que era la última vez que iba a hablar de ese pie, porque no había nada que hacer por él. Me recetó una crema Nivea”, relató la hija, quien lamentó la “burla” que sufrió en la Previsional.
Ahora que el señor Alberto salió de IPS, los estudios detectaron que tiene anemia y desnutrición severa, lo que, a criterio de su hija Sonia, evidencia que a su papá no lo alimentaban adecuadamente durante su internación en el Hospital Central.
No tenía lesiones antes
La entrevistada recalcó que antes de ser internado en el IPS, su padre no tenía escaras. Contó que era una persona funcional que trabajaba, caminaba con normalidad y a pesar de sus enfermedades de base llevaba una vida normal.
El plan de la familia es permanecer en el sanatorio Americano a la espera de estudios que determinarán si uno de los pies del paciente será amputado o no.
También tienen planeado manifestarse pacíficamente mañana martes 30 de agosto por la tarde frente al Hospital Central. Piden la destitución de los médicos que fueron insensibles ante la vida del paciente.
No les dejaban intervenir
Don Alberto es asegurado del IPS a través de su hija, y es diabético. Justamente por su condición sus familiares temían que empeoren las lesiones de la piel, pero no pudieron porque su papá no estaba en manos de ellos, sino de los profesionales, que los dejaban ingresar pocas veces a verlo.
En más de una ocasión Sonia tuvo que pasar por el “enojo” de médicos, que se negaban a brindarle información sobre el estado de su padre, con el argumento de que los profesionales son ellos.
Por el momento, don Alberto se encuentra clínicamente estable, pero el mayor problema ahora está en las lesiones del pie.
Para que no le suceda a más gente
Sonia resaltó la buena atención que están teniendo en el sanatorio Americano.
La entrevistada concluyó que este repudio no es solo por el caso de su papá, sino por la injusta mediocridad en la atención que debe recibir una inmensa cantidad de personas en un servicio que pagan obligatoriamente.