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Nahiara, de apenas 6 años, fue diagnosticada con miocardiopatía restrictiva dilatada e insuficiencia cardíaca y el 21 de noviembre del 2021 ingresó en el Hospital Pediátrico Acosta Ñu, donde incluso tuvo que pasar por la sala de terapia intensiva.
La pequeña requería de un trasplante de corazón como única esperanza de vida. Estuvo en la lista de espera por un año y un mes exactamente, luchando mientras se aguardaba por un donante y se insistía con la campaña para salvar su vida.
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El 6 de julio pasado, debido a que su cuadro de salud empeoraba, tuvo que ser conectada a un “Berlín Heart” o denominado popularmente como “corazón artificial”. Tras cuatro días de estar conectada a dicho aparato, el 10 de julio finalmente apareció el “ángel donador” -como su familia lo considera- y fue sometida a un trasplante del órgano con resultado exitoso.
Hoy, con un corazón latiendo con fuerza, sus tratantes del Hospital Acosta Ñu le dieron el alta médica y Nahiara podrá retornar a su casa junto a su familia, según se anunció este jueves en una conferencia de prensa realizada desde dicho centro asistencial y en la que también estuvo presenta la pequeña.
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Emoción por el alta y retorno de Nahiara
“Gracias al ángel donante, le dieron una oportunidad de vida a mi hija. Ella está feliz. De vuelta, sonreí. Me costó verle por mucho tiempo sin su sonrisa. Desde el lunes le dije que probablemente ya saldríamos para ir a casa y empezó a sonreír”, mencionó esta mañana su madre Rocío García, a quien en la conferencia se la vio emocionada.
“Tras procedimientos de alta complejidad, Nahiara hoy está regresando a su hogar, en el seno familiar, luego de 1 año y 1 mes de estar en lista de espera de trasplante de corazón”, destacó la jefa del área de Cardiología del Acosta Ñu, doctora Nancy Garay.
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“Es un día muy importante para nosotros. Es una satisfacción muy grande poder anunciar el alta de nuestra paciente Nahiara”, dijo el doctor Marcos Melgarejo, jefe de Cirugía Cardíaca y del Programa Trasplante Cardíaco del Acosta Ñu.
Instan a donar órganos
La doctora Garay, por otra parte, remarcó nuevamente la importancia de la donación de órganos, atendiendo a que representa una forma de brindar vida a otras personas. “Queremos enfatizar la importancia de que en cada seno familiar se esté hablando de la necesidad que tienen los niños de un nuevo corazón, un nuevo riñón, córneas para ver. Hay que tener empatía”, expresó.
El padre de la niña, Derlis Pavón, también agradeció a la familia del donante de su hija y destacó el trabajo realizado por el equipo médico del Acosta Ñu que la acompañó durante su internación en este centro asistencial, el trasplante al que fue sometida y en la etapa post cirugía. “Esto no termina con Nahiara. Hay mucha gente que todavía está esperando”, agregó.
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Los médicos, en ese contexto, mencionaron el caso de Anita, una niña que está conectada a un corazón artificial debido a que se encuentra en una etapa grave de la enfermedad y requiere de un donante de corazón para seguir con vida.