Proveedora de radares debía capacitar a técnicos de Dinac, pero no lo hizo

La empresa Omni SA, que cobró casi G. 51.000 millones a la Dinac por proveer los cuestionados radares en el aeropuerto de Concepción, debía capacitar a varios técnicos de la institución en el marco del costoso contrato, pero no lo hizo según la Contraloría. Pese a ello, Félix Kanazawa pagó a la empresa por “reajuste de precios”.

En el Centro de control de M. Roque Alonso se reciben las señales del radar de Concepción, señalaron ayer funcionarios de la Dinac.
En el centro de control de Mariano Roque Alonso se debían recibir las señales del radar de Concepción.Archivo, ABC Color

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La empresa Omni SA, representado por Jorge Alfonso Ramírez, debía capacitar a varios técnicos de la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (Dinac) en el marco del millonario contrato para la provisión e instalación de radares (primario y secundario) en el aeropuerto de Concepción, pero no cumplió con esta exigencia del contrato, según reveló el informe de auditoría que realizó la Contraloría General de la República (CGR).

El ente contralor resaltó en su informe que en la adenda N° 1 del PBC (pliego de bases y condiciones), en la sección III “Requisitos de los bienes y/o servicios requeridos” (ítem 1.25), se estableció la capacitación para mínimo seis técnicos electrónicos y seis controladores de tránsito aéreo, cuyos gastos de traslado y viáticos debían correr por cuenta de la empresa adjudicada”.

Sin embargo, dicha capacitación nunca se realizó según la CGR. “No se evidenció la capacitación a técnicos electrónicos y controladores de tránsito aéreo establecidos en el ítem 1.25 de la adenda N° 1 del PBC”, expresó el organismo de control en su informe que se dio a conocer la semana pasada y que ya está en manos del Ministerio Público.

En este sentido, la CGR insistió que la contratista debía elaborar un plan de entrenamiento con las siguientes informaciones: objetivos del curso, lugar de realización, material didáctico a ser suministrado, tiempo total por día, requerimiento de conocimiento previo de los alumnos (técnico/operativo) y descripción detallada del programa o contenido cubierto por el curso.

Pero la propia Dinac admitió a los auditores de la Contraloría que “a la fecha no se realizó ningún curso al respecto” y no remitió otros documentos o informes que demuestren este cumplimiento.

De acuerdo con los datos de la Dinac la empresa también incumplió en homologación, calibración y prueba de aceptación de fábrica de los equipos adquiridos y no realizaron la prueba de aceptación en sitio (SAD).

Millonarios pagos, pese a incumplimientos

Pese a estos incumplimientos y que los radares no funcionan como deberían, tres titulares de la Dinac desembolsaron G. 50.822 millones a la empresa Omni SA, incluso mucho más que el monto adjudicado en diciembre de 2017, que era por valor de G. 49.997 millones, según la CGR.

El 29 de enero de 2018, bajo la administración de Luis Aguirre, la Dinac pagó casi G. 500 millones a la firma. Ya con el actual Gobierno, el extitular de la Dinac, Edgar Melgarejo (procesado por el caso de “tapabocas de oro”), realizó un desembolso G. 19.798 millones a la empresa el 21 de setiembre de 2018. En diciembre de ese mismo año, Melgarejo pagó otros G. 9.899 millones más a Omni y el 28 de febrero de 2019 desembolsó otros G. 19.798 millones, completando el pago del contrato original.

Pero sugestivamente, el actual titular de la Dinac, Félix Kanazawa desembolsó otros G. 875 millones más a la firma el 28 de diciembre de 2021 en concepto de reajuste otorgado a la empresa, con lo cual se completó un pago de G. 50.822 millones a Omni SA.

Este desembolso de Kanazawa se concretó tres años después de la firma del convenio de reajuste de precios y la CGR lo consideró irregular, porque se concretó sin que la empresa haya cumplido con el cronograma de actividades presentado, incurriendo en atrasos en la provisión de bienes y servicios, condición que impedía la concesión del reajuste de precios.

Del mismo modo, no estaban dadas las condiciones establecidas en el Artículo 61 de la Ley N° 2051/03 “De Contrataciones Públicas”, de acuerdo al Índice de Precios al Consumidor (IPC), publicado por el BCP, para el periodo solicitado por el proveedor.

Omni instaló radares de menor alcance

Según la Contraloría, tanto el radar primario y secundario que fueron proveídos por Omni SA para el aeropuerto de Concepción son de menor alcance o inferior a lo pactado en el contrato, pues el radar primario debía tener un largo alcance instrumental de no menos de 200 MN (millas náuticas) o 370,4 km, pero se proveyó un equipo 100 NM o 185,2 km (de medio alcance).

En el caso del radar secundario debía ser de 250 MN (463 km), pero se suministró solo un equipo con un radio de 220 MN (407,44 km). El titular de la Dinac, Félix Kanazawa, sigue sin responder por qué recepcionaron equipos diferentes a los que debía proveer la empresa Omni SA y la compañía tampoco respondió al cierre de esta edición, pese a insistencias de nuestro diario para tener la versión de la compañía.

Hasta prórrogas injustificadas

Además de comprar radares de menor alcance a lo que exigía el pliego, la Dinac amplió el plazo de entrega de los equipos a la empresa Omni SA, lo que no se justifica, según la auditoría que realizó la Contraloría. Debía entregar los equipos en 6 meses, pero le dieron 5 meses más. La Dinac alegó motivo de “fuerza mayor” para dar la prórroga a la firma, pero para la CGR esto no existió. Las garantías de los radares ya vencieron.

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