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La Ley 5621/16 De Protección del Patrimonio Cultural establece beneficios para los propietarios de bienes de valor patrimonial, sin embargo, faltan reglamentaciones. La directora de Patrimonio, Maricarmen Couchonnal, citó el caso del “régimen de cesión de derecho”. El mismo se basa en que quien posee un edificio patrimonial tiene limitaciones de construcción y por ende hay un rédito económico que pierde.
El régimen de cesión consiste en “vender” los metros cuadrados que se pueden construir en la zona del inmueble, pero que no se llevan a cabo debido a que se tiene un patrimonio. Es decir, si un inversor en una zona de Asunción solo puede construir cuatro pisos, entonces “compra” el derecho a construir otro piso, que pertenece al dueño de un patrimonio histórico.
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Couchonnal explicó que este beneficio se estipula en la Ley 5621/16, en el artículo 20. Habla del reordenamiento jurídico municipal y dicta: “Las municipalidades, dentro de su circunscripción y en el marco de sus competencias referidas al desarrollo y ordenamiento urbano territorial, legislarán sobre la protección del patrimonio, pudiendo apelar a la transferencia de derechos constructivos y a un régimen especial en los planes reguladores”. La directora resaltó en este punto, que cada municipio es el que debe reglamentar este artículo en su ciudad y que actualmente en Asunción no se pone en práctica.
Asimismo, el otro beneficio estipulado es el de la “excepción tributaria”. Según la citada ley, “todos los bienes culturales inmuebles, inscritos en el Registro Nacional de Patrimonio Cultural, así como los registrados por los gobiernos locales, quedarán exentos de todo tributo fiscal y municipal, conforme lo determine el dictamen de la autoridad de aplicación correspondiente”.
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En el caso de la municipalidad, durante años no se cumplió y cuando el beneficio ya estuvo reglamentado, las personas en muchos casos prefirieron no utilizarlo debido al engorroso papeleo y trámite que se debe realizar y que generalmente queda “congelado” por meses.
Los dueños de casas patrimoniales no tienen beneficios que compensen el esfuerzo y la gran inversión que se necesita para tener en buen estado un edificio histórico. La mayoría de los edificios en microcentro se encuentran abandonados.