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Desde muy temprano, los Hermanos Franciscanos Capuchinos se encuentran apostados en la avenida Perón casi El Trabajador, bendiciendo los automóviles y bicicletas de todos los que se acercan. Autos, camionetas y motocicletas llegan hasta el lugar para recibir la bendición.
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Los capuchinos, munidos de botellas que contienen agua bendita, van derramando bendición sobre todos los vehículos.
“La bendición de vehículos es una ocasión para, en primer lugar, agradecer a Dios por el vehículo que tenemos y también para pedirle su protección. Además, es una oportunidad de tomar conciencia que debemos manejar siempre con mucha responsabilidad, cuidándonos a nosotros mismos y también a los demás”, manifiestan los Hermanos Capuchinos.
Ya son 23 años que los Capuchinos realizan la bendición de los vehículos y en todas las oportunidades se acercó una gran cantidad de personas con sus automóviles y motocicletas. Largas filas de vehículos en la avenida Perón son la señal de una ciudadanía de fe.
