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Pese a la escasez de pindó, debido a los incendios forestales y la sequía que azotaron al país a principios de este 2022, las tejedoras de palmas estuvieron instaladas en la zona del Mercado 4 y otros puntos del país para ofrecer palmas. Luego de dos años de pandemia, en que las iglesias debieron cumplir restricciones en cuanto a la participación de fieles en sus actividades litúrgicas, hoy, Domingo de Ramos, la población podrá participar de la bendición de las palmas. Una tradición con la que las familias católicas abren la Semana Santa.
Cristina Amarilla Ramírez, de Villa Hayes, Chaco, se instaló con su colchón durante toda la semana en el Mercado 4. Como otras vendedoras, ofrece palmas desde G. 5.000 y G. 10.000, incluso por delivery, hasta este mediodía. Mientras tejía pindó, ella contó: “tengo muchísimos pedidos. Se vende bien, pero no hay plata y hay poco pindó, por la sequía y porque se incendió el campo. Y ahora llueve demasiado, no podemos entrar al monte porque es peligroso. Tengo mi colchoncito y estoy acá hasta este domingo”.
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“A full la venta”, contó otra tejedora, Verónica Ferreira. “Se adorna con ruda, romero y la flor de Siempre Vive, pero ahora también le ponemos eucalipto para que sea más chic”, agregó. Para atender el puesto, explicó, su mamá llega al mercado a la madrugada, a las 03:00, y después ella se queda hasta la noche.
Soledad Thompson detalló: “El año pasado, de la pandemia no podíamos tanto vender, porque estaban cerradas las iglesias, pero este año hay que bendecir las palmas. Hay pocas ventas en otras cosas, pero la tradición hay que seguir igual. Hay que bendecir las palmas. Y la gente aprovecha también para llevar yuyos para el tereré y el yaguareté ka´a para después de la chipa, el cerdo y otras comidas de Semana Santa”.
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“Este año somos bendecidas y amadas somos por Dios. Nuestra venta es muy buena”, dijo a su vez Carmen Amarilla. “Falta un poco la palma, porque se quemó el campo, por eso nos falta. Yo me voy a buscar al monte, con mi familia, traemos por docena, trenzamos. Vendemos bien este año. Hasta faltan palmas”, relató.
La tradición de bendecir las palmas y colocarlas en las puertas de las casas para espantar la maldad, es para los vendedores la posibilidad de tener recursos para preparar su chipa en la Semana Santa.