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De acuerdo con los registro que el viceministerio divulga mensualmente, en el primer trimestre de este año alcanzó 35.675 MWh (1 MWh = 1000 KWh), en tanto en el mismo período de 2021 llegó a 34.750 MWh. La diferencia entre el primer trimestre de 2021 y el de 2022 fueron tan 925 MWh.
Debe reiterarse que nuestro país, a través de la empresa eléctrica estatal, exporta solo al sistema eléctrico argentino y exclusivamente una parte de la energía que produce la central nacional Acaray.
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La cantidad que la ANDE exportó a la Argentina en el trimestre pasado representó el 29,3% del total que generó la central nacional en todo el 2021, según las fuentes oficiales.
Baja producción
No debe olvidarse empero que Acaray redujo se producción el año pasado a tan solo 121.916 MWh, o sea 53,3% inferior a la cantidad que suministró al Sistema Interconectado (SI, incluye la exportación.
En el mismo lapso del año pasado, la pequeña central, propiedad de la ANDE, con una potencia instalada de 220 MW, generó 260.813 MWh.
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Apuntemos también, que este año, entre enero y marzo, Acaray pudo cubrir apenas 2,04% del consumo del mercado paraguayo, mientras que en 2021, en el mismo período cubrió el 5,1%.
Cesión, no exportación
A pesar de que en la narrativa oficial, las operaciones de “cesión de energía” que nuestro país realiza en Itaipú y Yacyretá. aparecen etiquetadas como exportación, debe reiterarse que la exportación realmente existente ronda apenas el 0,60% de la cantidad que demandó mercado nacional en todo el trimestre.
Recordemos también que la compensación por cesión de energía, en Itaipú por ejemplo, en el trimestre en cuestión apenas rondó los US$ 17,23/MWh, en el caso de la venta al mercado argentino de la producción de Acaray supera los US$ 100/MWh, inclusive es más cara cuando se trata de una energía vendida en las horas de mayor demanda de energía eléctrica.
En Yacyretá la situación es parecida o peor, porque los gobiernos paraguayos de turno se sometieron a una controvertida interpretación del Tratado, según la cual solo podían autorizar la exportación de la energía de Acaray y ceder a nuestros socios su excedente en las binacionales.
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Morosa y sin prejuicios
Peor, porque los propios registros de la entidad demostraban que Argentina, libre de ese prejuicio, exportaba a un tercer país, en este a Brasil la energía de Yacyretá, inclusive parte del excedente paraguayo que retiraba la central binacional.
Además, nuestros socios en Yacyretá, a pesar de que la “compensación” nunca desbordó los estrechos cauces de propina, incurren en una injustificable morosidad.