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El agente fiscal Leonardo Cáceres, quien se encargó de la acusación explicó que las pruebas fueron contundentes y demostraron la autoría y reprochabilidad del acusado por el homicidio del edil. Las pruebas ofrecidas disiparon todas las dudas de los miembros del Tribunal que terminaron condenándolo a 22 años de pena privativa de libertad.
Aclaró que la Fiscalía pidió la pena máxima prevista en el Código Penal, es decir 30 años de prisión. No obstante, se mostró conforme con la decisión judicial.
Según los datos, Cristóbal Machado Vera se encontraba en un lavadero situado en el barrio Primavera hasta donde llegó Carlos Armoa Escobar a bordo de una moto, se acercó a la víctima y sin mediar palabras realizó varios disparos contra su humanidad. Machado intentó escapar, pero cayó muerto en la calle.
Días después del crimen, la Policía logró ubicar al sicario, quien relató a los medios de prensa que fue contratado para matar al concejal porque este supuestamente a instancias de un narco cobró por una carga de marihuana a un brasilero que debía recibir la droga en Pedro Juan Caballero. Sin embargo, la mercancía fue interceptada por la Secretaría Nacional Antidrogas.
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Según el relato, el comprador ofuscado contactó con Marcio Ariel Sánchez, alias Aguacate, que a su vez lo subcontrató para acabar con la vida del concejal. El relato sin embargo no fue tenido en cuenta por el Tribunal, ya que posteriormente el acusado se abstuvo de declarar.
Cabe mencionar que el arma incautada en poder del detenido fue peritada y coincidió plenamente con las vainas levantadas de la escena del crimen.