Cargando...
Aproximadamente en el año 1623, la reducción, se traslada a la margen derecha del río Paraná, donde se inician las construcciones definitivas. La primera iglesia edificada, siguiendo el trazado urbanístico de los pueblos jesuíticos, se ubicaba frente a la plaza central.
Lea más: Encarnación: Una urbe ideal para la escapada de fin de semana
Los trabajos se iniciaron en el año 1718, bajo la dirección de José Bresanelli. No se tienen datos exactos del año de culminación, pero en el año 1768, cuando ocurrió la expulsión de los jesuitas, al hacerse un inventario de la iglesia, la misma aparece como concluida. Este fue el templo parroquial hasta la época de la independencia.
En el año 1843, durante el gobierno de Carlos Antonio López y Mariano Roque Alonso, la reducción pasó a denominarse “Villa Encarnación”.
Lea más: Piden orar por la paz entre Ucrania y Rusia
Ante la situación ruinosa en la que se encontraba la Iglesia, el consulado ordenó la demolición de la misma, ese mismo año (1843), siendo comandante del lugar el señor José Gabriel Del Valle.
Don Carlos Antonio López ordena en el año 1844 que uno de los salones del colegio jesuítico se convierta en oratorio público, para lo cual se refaccionó uno de los mismos, donde fueron trasladadas las imágenes y también se instaló un altar.
Oratorio
El 1 de octubre de 1884, el cura del lugar, Pbro. Cornelio Contreras, preside la ceremonia de bendición del nuevo “oratorio público de Villa Encarnación”.
Lea más: Encarnación se apresta para la mayor fiesta de su historia
Posteriormente se realiza la refacción y ampliación del oratorio, que pasó a llamarse “Iglesia de Villa de Encarnación”, en agosto de 1852.
Hacia el año 1900, el templo estaba en tal estado de destrucción y abandono que las celebraciones se realizaban en casas particulares, dónde también se guardaban los libros parroquiales.
A finales del mes de abril de 1900, llega a la Villa el Pbro, M. Casablanca, quien traslada los objetos religiosos y sagrados de la Iglesia, distribuidos en casas particulares, a una sala amplia, que pasó a convertirse en “oratorio provisorio”, en la zona del actual emplazamiento de la Iglesia Catedral. Este oratorio “provisorio” se utilizó hasta la inauguración del nuevo templo (en la parte sur del colegio parroquial, cuya puerta principal daba a la torre norte del actual).
Comisión pro templo
En su primera visita pastoral a estas torres, monseñor Juan Sinforiano Bogarín, en el año 1904, deja constituida la “comisión de damas” para la construcción del nuevo templo parroquial.
Según algunos historiadores, la construcción de la actual catedral se inicia en los años 1913, y luego de varias interrupciones por diversos acontecimientos, se continúa en el año 1927, bajo al gran impulso del Rvdo. Padre. José Kreusser, svd.
El 26 de noviembre de 1939, el templo fue bendecido solemnemente por monseñor Agustín Rodríguez, obispo de la diócesis de Villarrica, a la cual pertenecía la ciudad de Encarnación, siendo en aquél entonces, párroco el reverendo Ricardo Mutsch, svd.
La pintura y decoración artística del interior del nuevo templo fueron encargadas al Hno. Lucas Bruder, svd: quien, durante un año de trabajo, lo decoró con imágenes dignas de la Iglesia principal de una ciudad.
Prelatura
El 21 de febrero de 1957 es creada la “prelatura nullius de Encarnación y Alto Paraná”, desmembrándose de la diócesis de Villarrica, y la iglesia parroquial de Encarnación, asciende a la categoría de “Catedral”, por ser la sede o cátedra del obispo, siendo el primer prelado monseñor Juan Wiessen, svd.
En el año 1968, la ornamentación anterior, fue sustituida por el “mural de la Última Cena” en el presbiterio. El trabajo fue ejecutado por el señor Leonardo Tori.
La fachada exterior, el atrio, las cúpulas y la reforma interior (el presbiterio y altares laterales) fueron realizados durante los años 1970 y 1971, siendo cura párroco el reverendo Jesús Daniel López, svd.
En una solemne ceremonia, presidida por el obispo prelado, monseñor Juan Bochwinkel, concelebrada por el arzobispo de Asunción, monseñor Ismael Rolón, y el nuncio apostólico monseñor Antonio Inocenti, se procedió a la “consagración” del templo el 12 de octubre de 1971.
Actualmente es uno de los edificios que identifica a la ciudad, y es uno de los lugares más visitados por los turistas que llegan a la capital de Itapúa. (fuente obispado de Encarnación).