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Según cuenta la historia, el padre Antonio junto al ahora monseñor Claudio Giménez, y al padre suizo Nicolás Schwizer fueron los tres sacerdotes que vinieron a refundar el movimiento de Schoenstatt a Paraguay, ellos bendijeron el primer Santuario de Tupãrenda en 1981. Cosp nació el 26 de marzo de 1942, y fue ordenado sacerdote el 30 de mayo de 1971.
Trabajaron con las familias en la construcción del movimiento que tiene las ramas de Juventud Masculina y Femenina, Rama de Madres, Rama de Profesionales, Rama de Hombres, Rama Familiar, Campaña del Rosario, entre otras.
Además, creció hasta llegar actualmente a miles de personas que cada 18 de octubre concurren masivamente hasta el Santuario de Tupãrenda sobre la ruta PY 02, en la ciudad de Ypacaraí, para la fiesta de la Virgen. El movimiento se fundó el 31 de mayo de 1959 teniendo a Antonio Cosp como miembro de uno de los grupos juveniles, posteriormente dos de los jóvenes paraguayos partieron al exterior para su formación sacerdotal y una vez ordenados volvieron a su tierra.
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Por la edad, se fue deteriorando y hace unos días le detectaron leucemia
El padre Óscar Saldívar, comentó a ABC que la muerte se produjo cerca de las 09:00. Previamente estuvo un día hospitalizado. El rector del Santuario, mencionó que su ritmo de actividades se volvió más calmado, debido a su avanzada edad, ya estaba a punto de cumplir 80 años.
A principios de este mes, médicos confirmaron que padecía leucemia. Dijo que este mal, afectó su organismo generando una descompensación, que finalmente provocó su fallecimiento en la mañana de hoy, en el Sanatorio Migone de Asunción.
Escribió numerosos libros
Se destacan varios, como: “La vida es una fiesta”, “Pueden contar conmigo”, “Firmeza y ternura, las dos manos de un mismo amor”, “Repelente para el mal humor”, “Tupãrenda, donde el cielo toca la tierra”, “Nada me quitará la alegría”, y “Alianza camino de vida”, entre otros.
Seguirán su legado
El sacerdote Saldívar explicó que el padre Cosp, participó, el miércoles pasado de la misa de ceniza. “Era muy sano, tenía una alegría interior, serenidad que a todos les sorprendió”, destacó.
Entre los aportes y legados que deja, “se resalta que siempre tuvo muy clara la intención de invitar a forjar la nación de Dios, y que los laicos aporten para que la sociedad viva en amor, justicia y compromiso”. Agregó que fue una persona con un corazón apasionado.
Tras 50 años de vida sacerdotal, “se nos va una figura paternal, y vamos a asumir el legado”, concluyó Saldívar.
Funeral y exequias serán en el campo santo aleluya de Tupãrenda
El movimiento, hace un pedido muy especial, para quienes quieran dar su demostración de cariño, en estos momentos. Piden que en lugar de acercar ofrendas florales, la ciudadanía haga un aporte al sostenimiento de lo que refiere a las vocaciones de la comunidad de los padres, de Schoenstatt.
Este martes a partir de las 15:00, será la misa de despedida en cuerpo presente, en el santuario, con un espacio bien abierto para que asistan todos los que quieran dar el último adiós.
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