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En este distrito, actualmente con más de 11.000 artesanos que se dedican a la confección de productos artesanales, como hamacas, colchas de hilo, de poivy, de tela, manteles de encaje jú, de lienzo, camineros, ponchos, chales y otros 30 artículos más, están preocupados porque subió el precio del hilo, que compraban anteriormente a G. 21.600 el kilo y ahora están adquiriendo a G. 28.000 y eso encarece el costo de producción, explicó el artesano Figueredo.
El artesano Figueredo considera que la escasez de hilo pasa por un tema de especulación de precios, porque siempre las industrias importaron las fibras y ahora están aprovechando para elevar el precio y eso repercute en la producción artesanal local.
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Aseguró que algunos telares rústicos están paralizados. Se dejó de tejer las hamacas sillas colgantes, porque la mayor parte del hilo utilizan en la producción de colchas y hamacas sencillas, que son las que más rápido salen, ya no reciben pedido, porque la gente tampoco quiere pagar tanto por un producto que no es de primera necesidad.
Considera que si no se toma las medidas necesarias de apoyar a los artesanos, facilitando la materia prima a mejor precio, esta actividad, si ya no es rentable, puede ir desapareciendo de manera paulatina y se va a resentir el movimiento de la economía local.
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Comentó que en su taller específicamente trabajan ocho personas a quienes trata de mantener dándoles otras actividades. Hay quienes preparan los hilos para teñir, otras que cargan los tubos de hilos para los telares, las tejedoras y las que hacen bordados, terminaciones de colchas y flecos para hamacas.
Manifestó que se espera un mayor respaldo por parte de las autoridades municipales, IPA y el MIC, para que puedan gerenciar ante las autoridades del Ministerio de Industria y la Municipalidad local alguna ayuda estatal para poder conseguir que se importe la mayor cantidad de fibras y se pueda producir hilo en cantidad y no se tenga que especular con el precio.
Dijo que los artesanos no necesitan tanto ayuda económica, sino que se les garantice la provisión de las materias primas e insumos que precisan para tener una producción variada y continua.
Por su parte, la vendedora Bárbara Rojas manifestó que preocupa no sólo a los artesanos esta situación de escasez y el elevado precio del hilo, sino también a los vendedores, porque comienzan a faltar algunos productos y se está resintiendo la venta también en los puestos fijos.
Esto también perjudica a los macateros, quienes son los que llevan los productos a comercializar en diferentes partes del país, que protestan por el precio de los productos artesanales, porque sus clientes tampoco ya quieren pagar tanto, por lo que algunos rubros se están dejando de producir.
Ante dicha situación, dijo que urge que las autoridades se preocupen por el sector artesanal y traten de buscar alguna solución para reactivar la artesanía en todos sus rubros, considerando que es la actividad principal que caracteriza a este municipio.
Por su parte, la responsable del IPA, filial en este distrito, Carmen Zárate, manifestó que un grupo de artesanos ya se reunieron la semana pasada con el intendente local, Luciano Cañete (ANR), y quedó en convocar a las autoridades del MIC para ver qué alternativa de solución pueden dar a los artesanos.
Dijo que los artesanos también piden al Estado que impulse desde las instituciones estatales las colchas y frazadas que se producen en este municipio y que pueden venderlas a hospitales, penitenciarías, ministerios y de esa manera apoyar la producción nacional. Los artesanos quedaron en reunirse este jueves a las 09:30 en la municipalidad local para ver qué alternativa de solución tienen ante la escasez y la suba del hilo que afectan a la artesanía local.