“El machismo es, definitivamente, el peor enemigo de las mujeres”

Este jueves 24 de febrero se conmemora el Día de la Mujer Paraguaya. Más allá de la emoción que puede tener la tónica del homenaje, es una oportunidad para visibilizar a un sinnúmero de mujeres que cada día aportan fuerza y talento para salir adelante y ser el motor de sus familias.

La dirigente campesina Alicia Amarilla, nos habla sobre el rol de las mujeres, la lucha contra el machismo, en el marco de las conmemoraciones por el Día de la Mujer Paraguaya.
La dirigente campesina Alicia Amarilla, nos habla sobre el rol de las mujeres, la lucha contra el machismo, en el marco de las conmemoraciones por el Día de la Mujer Paraguaya.GENTILEZA

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Lejos de todo romanticismo, la vida les exige muchas veces cumplir múltiples roles y asumir responsabilidades en solitario que terminan siendo a la larga un revés para su salud y para sus metas personales, las cuales tienden a postergarse. La dirigente campesina Alicia Amarilla es nuestra entrevistada para conmemorar con orgullo a las mujeres paraguayas luchadoras.

En ese marco, en las duras faenas del trabajo productivo, se distinguen las jefas de los hogares campesinos, protagonistas de mil batallas cotidianas.

Una de estas exponentes es la dirigente campesina Alicia Amarilla, oriunda del distrito de Repatriación, Caaguazú, es cabeza visible de la Organización de Mujeres Campesinas e Indígenas Conamuri.

“Ser madre, ser campesina y ser lideresa a la vez no es una opción fácil de llevar”, afirma. En está fecha tan especial como es el Día de la Mujer Paraguaya, nos habla y reflexiona sobre políticas acerca del machismo que todavía está fuertemente arraigado en la sociedad paraguaya. Y muchas veces es un obstáculo para que las mujeres puedan avanzar en sus territorios y formarse en mujeres políticas.

“Mucho ya reflexioné acerca de por qué la violencia machista está tan fuertemente anclada en nuestras sociedades. La teoría es muy importante, ayuda a reconocer señales, etc., pero la práctica te enseña la realidad. Cuando ocurren hechos de violencia en el entorno, ¿cómo reacciona tu propia familia?, ¿cómo reaccionan los vecinos? Igualmente, ¿cómo se manifiesta este fenómeno cuando se da dentro de una organización de mujeres que defienden derechos de las mujeres? El impacto puede llegar a ser muy revelador. Me doy cuenta de que para sostener una organización de mujeres que luchan contra estos estereotipos y actitudes, se necesita de mucha valentía y coraje”, comenta.

Alicia Amarilla en compañía de las mujeres que integran la organización Conamuri.
Alicia Amarilla en compañía de las mujeres que integran la organización Conamuri.

La política y ser mujer

Pasamos muchas cosas cuando desarrollamos el rol de liderazgo dentro de la organización o de la comunidad. Constantemente una lideresa tiene que estar tomando decisiones, ya sea en lo político, en lo administrativo. También debe tratar de equilibrar los diferentes roles que se le adjudican por ser mujer: el de mamá, el de pareja, el de vecina, compañera”.

“Viendo todo lo que ya pasé en la organización, que tuve que sortear diferentes crisis, creo que lo que hasta ahora me sostiene es mínimamente la coherencia en la defensa de las mujeres. Para soportar los golpes que te da el machismo por salir del ámbito privado para hacer una lucha de frente por la transformación social, tenés que tener mucha firmeza y convicción”, recalcá.

-¿Cómo enfrentan las mujeres que integran Conamuri la violencia machista?

En Conamuri ya no callamos la violencia machista, y esto es resultado de un proceso a nivel político que llegó a las comunidades y que a diario nos desafía en lo personal. No hay que callar ante un hecho de agresividad machista. Si pasa en el entorno familiar hay que estar mentalmente preparada para enfrentar la guerra psicológica, los ataques a la moral, la guerra sucia. Que ella luego se lo buscó, que ella luego sale mucho, que ella luego le respondió mal, que para eso luego esto o lo otro.

Por eso creo que el machismo es el peor enemigo de las mujeres, porque nos ataca hasta bajo nuestro propio techo. Y si sacamos eso hacia afuera, la sociedad nos golpea con sus prejuicios. Ese es el poder del patriarcado. Ese poder se ejerce sobre las mujeres de distintas maneras, es una sensación que para el varón significa remarcar su hombría. Su actitud exterioriza su forma de pensar, de concebir las cosas. Esa arrogancia que tiene quien ejerce poder, de atropellar la dignidad de otra persona, sin importar si es la madre de tus hijos o tu compañera de lucha. No importa eso, en el momento de demostrar esa falsa superioridad, ahí está también la propia sociedad para acompañar con costumbres, con hábitos, con palabras, y quien queda mal es la mujer ya de por sí apaleada física y moralmente.

-Pero, la violencia muchas veces ya no está bien vista.

Pienso que estamos viviendo en una sociedad enferma, porque creer que esas actitudes son naturales, son correctas, da que pensar, y muchas veces esperar un cambio equivale a que mueras asesinada en manos de un femicida. Y no, no está bien callarse, creemos que ya no es natural soportar violencia de cualquier tipo, pero las instituciones deben ponerse a la altura de la emergencia, porque la violencia machista es un tema que necesita un tratamiento urgente, necesita políticas públicas e instituciones que cumplan con sus objetivos, si no seguiremos lamentando más denuncias de violencia contra las mujeres todos los días.

-Algún mensaje para las mujeres paraguayas que luchan todos los días.

En todo este montón de cosas que una mujer pasa en su día a día, en Conamuri reflexionamos también acerca de la necesidad del autocuidado. Desde chicas las mujeres estamos cuidando de otros, de los hermanitos pequeños, de la abuela. De grande ya son los padres, los hijos propios, y siempre nos dejamos a nosotras mismas en el último lugar. Nosotras tenemos que estar bien para poder cuidar a otras personas. Es una forma de perdonarnos, de mimarnos y de vernos como personas valiosas, que aportamos algo a la sociedad, ese amor propio debe ser el primer paso hacia la emancipación social, el auto respeto que nos interpela en la relación con una misma y con los demás. Ese es el mensaje que quiero dejar a las mujeres la importancia de querernos a nosotras mismas y la importancia del autocuidado y el de autocuidarnos entre nosotras.

Alicia junto a sus hijos Raúl Villalba Amarilla y Ára Oviedo Amarilla.
Alicia junto a sus hijos Raúl Villalba Amarilla y Ára Oviedo Amarilla.
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