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El narcotraficante Cabeza Branca fue detenido el 1 de julio del 2017 en una panadería de Sorriso, Estado de Mato Grosso, Brasil. Con esto se pensó que su banda fue desarticulada. Sin embargo, la Policía Federal de Brasil detectó que la misma seguía operando realizando transacciones electrónicas desde Paraguay a personas físicas y jurídicas del vecino país, todas ligadas al entorno del capo.
Es así que la policía brasileña alertó al Ministerio Público y a la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) sobre los movimientos financieros de la organización narco.
En base a ello se realizaron operativos bajos las denominaciones “Operación Flujo Capital” y “Operación Sucesión”, de manera conjunta y simultánea entre la Policía Federal de Brasil, en su país, y en Paraguay por la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) y los fiscales Carlos Alcaraz, Lorena Ledesma, Ysaac Ferreira y Arnaldo Argüello, por la Unidad Especializada en Lucha contra el Narcotráfico del Ministerio Público.
Esquema de millonarias remesas
Mediante informes obtenidos por las instituciones involucradas se constató que la banda movió a través de remesas electrónicas entre 1,5 millones a 2 millones de dólares americanos solo en Paraguay, según informaron desde Senad y Fiscalía.
Por su parte, la policía brasileña informó que en Brasil detectaron movimientos financieros de 4.000 millones de reales por parte de empresas controladas directa o indirectamente por uno solo de los sujetos que son objeto de la investigación.
El dinero movido en Brasil, al cambio de ayer jueves, oscila los G. 5.400.000 millones, y en dólares, unos US$ 769.230.769; mientras que los US$ 2 millones movidos en Paraguay, ascenderían a G. 13.960 millones, y unos 10.800.000 en reales a su vez.
Mediante la investigación se pudo descifrar el esquema de lavado que seguían los integrantes de la banda de Cabeza Branca, consistente en la generación del dinero a través del tráfico de drogas y armas en territorio paraguayo, específicamente Pedro Juan Caballero, para posteriormente remesar electrónicamente el dinero a supuestas cuentas brasileña de personas físicas o jurídicas.
Sin embargo, poco tiempo después de su envío, el dinero era retirado de esas cuentas brasileñas pero en Ciudad del Este, departamento de Alto Paraná, pero ahora ya limpio por otros integrantes de la banda del capo narco apresado en Brasil en 2017. Utilizaban el sistema más básico para lavado de dinero al introducir dinero proveniente del tráfico al sistema financiero a través de remesas electrónicas.
Las cuentas ya fueron identificadas y están relacionadas a familiares y comercios ligados a Da Rocha.
El esquema de remesas electrónicas de la banda de Da Rocha tendría además vínculos con la organización de los “García Morínigo” y Julio César Duarte Servián, ya detenidos en el marco de la “Operación Status”.
Con estos datos, la Policía Federal del Brasil cumplió con 60 mandatos de búsqueda y prisión en los estados de Mato Grosso Do Sul y Paraná, mientras que las autoridades paraguayas llevaron a cabo siete allanamientos a entidades dedicadas al cambio de monedas y recepción de remesas en Pedro Juan Caballero, desde donde principalmente se hacían las transacciones electrónicas.
La fiscala Lorena Ledesma informó a ABC que no se registraron detenidos, pero sí lograron hallar elementos relevantes para la investigación, entre ellos comprobantes, documentos y también se incautaron equipos informáticos que serán peritados para la extracción de datos que conduzcan a los destinatarios y remitentes de la plata.