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Los reclamos por la falta y baja presión de agua no cesan a nivel país. Aguateras privadas (que son más de 5.000 en todo el territorio) y la propia estatal, Essap, reportan inconvenientes para el suministro del vital líquido en este verano.
Las quejas también se acentúan por los pestañeos y cortes -inesperados o programados- de la ANDE, considerando el disparo del consumo de energía en estas semanas de extremo calor. El escenario se agrava con los incendios, que generan un ambiente aun más caluroso. A esto se suma el déficit de lluvias y con ella la prolongada sequía.
La desesperación, la falta de respuestas y de la ejecución de planes de contingencias por parte de los prestadores del servicio y de los entes reguladores, llevan a la ciudadanía y las empresas a buscar alternativas rápidas de solución, sobre todo, considerando las proyecciones climatológicas, que indican persistirán las altas temperaturas y con ellas las múltiples problemáticas que estas acarrean.
Cansados de estar pendientes del cumplimiento de suministro de agua, muchas familias y negocios se volcaron a tener su propio pozo artesiano, o bien, adquieren equipos de bombeo, tanques o tambores para la reserva, a fin de garantizar el acceso al agua durante el año.
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Además, los barrios -y como medida de emergencia- ya acuden a los cuarteles del Cuerpo de Bomberos Voluntarios de sus respectivas ciudades a modo de que estos provean el líquido desde sus carros hidrantes.
Sobre el tema, el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Erssan) -que cobra una tasa a las aguateras- pide racionalizar el uso de agua, ya que afirma que a la falta de lluvias se generan los problemas de reposición de los pozos. En ese sentido, exhorta a los prestadores a aplicar los planes de contingencia y comunicarlos.
De acuerdo al reporte del Banco Mundial, dado a conocer a finales del 2020, el 70% de los usuarios del país recibe el servicio de agua de prestadores informales, además de que las inversiones en el sector son insuficientes, descoordinadas y no previsibles.
Asimismo, desglosa que las tarifas de agua no tienen criterios homogéneos y son determinadas por los prestadores con base a declaraciones de costos no eficientes. El BM en el relevamiento asegura que en Paraguay hay una superpoblación de prestadores del servicio de agua.
Se va la luz
El viento norte registrado últimamente y el intenso calor, también ya afectan la distribución de energía eléctrica, que también irrita a los usuarios. La propia ANDE -que ya informa periódicamente sus cortes programados- señaló que el lunes 17 de enero se registró un nuevo récord de potencia máxima en el sistema de la entidad eléctrica. El presidente de la entidad, ingeniero Félix Sosa, sostuvo que los cortes de energía se redujeron en un 20% a nivel país.
No obstante y para asegurar el funcionamiento de determinados electrodomésticos y herramientas de trabajo, o equipos de salud, sean en la casa o la empresa, muchos usuarios prefieren invertir y disponer de un generador eléctrico.
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Ola de calor e incidencia
Raúl Rodas, director de Meteorología e Hidrología anunció que para el trimestre continuará el déficit de precipitaciones sobre gran parte del territorio nacional, mientras que las temperaturas máximas estarán por encima de los valores considerados normales para el periodo en mención, afectando en paralelo a varios sectores económicos.
Según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), las concentraciones sin precedentes de gases de efecto invernadero en la atmósfera y el calor acumulado conexo han empujado al planeta a un territorio desconocido, lo que trae aparejadas repercusiones de gran alcance. En Paraguay, en los años 1968, 1985, 2009, 2014, 2020, 2021 e inicios del 2022, se registraron las temperaturas máximas históricas, de entre 42.8 ºC y 45 ºC.
La Dirección de Meteorología e Hidrología explica que una ola de calor se forma cuando una masa de aire cálido se establece sobre una región durante varios días o incluso semanas, alterando las temperaturas y alcanzando máximos poco habituales.