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El aumento de casos de covid-19, tras el ingreso de la variante ómicron al país, y la existencia de otras infecciones respiratorias, está colmando de pacientes tanto hospitales como los puestos de test de detección de coronavirus. Ayer, a media mañana y con sensaciones térmicas de 39 grados centígrados, en el Hospital General de Barrio Obrero la fila de pacientes respiratorios que aguardaban consultar en urgencias ya era importante. Dentro, en una sala pequeña, con vidrios templados, pero algunos rotos, otras personas aguardaban sentadas.
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El tiempo de asistencia era, según los usuarios, de al menos una hora, de las cuales por lo menos media hora debían hacerla parados, incluso cuando algunos reportaban fiebre, dolor de garganta y cansancio. Pacientes denunciaron que la semana pasada, por la tarde, debieron aguardar más de seis horas para ser asistidos, varios sentados en el suelo.
Entretanto, en el patio de la institución, familiares de internados buscaban una sombra donde sentarse. Contaron que la atención médica es buena, pero faltan muchos medicamentos que deben comprarse.
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La mayoría acompaña a parientes mayores de 60 años que hace varios días ocupan una cama en el hospital. Relataron que hay que hacer guardia porque los pedidos de análisis y remedios no tienen horario. “Tienen lo básico, pero medicamentos específicos, no. Por lo menos unos G. 80.000 a G. 100.000 se gastan por día”, contó un pariente.
Otros parientes relataron que les han dado muestras de sangre hasta de materia fecal para que lleven a analizar al laboratorio privado de en frente.
En Urgencias, una mujer que tenía al hermano internado se quejaban de que le pidieron una ecografía, que ella no encontró dónde hacer un domingo, cuando el hospital no tiene el servicio.
Salud Pública anunció vacunación, pero el puesto estaba cerrado
Por otro lado, en este sitio supuestamente debía haber vacunación anticovid este sábado y domingo, según Salud Pública anunció en redes, pero el puesto estaba cerrado ayer.
Intentamos hablar con la directora del hospital, Norma Velázquez, pero no respondió llamadas ni mensajes.
Abarrotado de gente también estaba ayer el hisopódromo habilitado por Salud Pública en el Salesianito de Asunción. En el autódromo Rubén Dumot, ex-Aratirí, de Capiatá, el sábado y el viernes la fila para un test antígeno era kilométrica y la gente debía aguardar por horas bajo el sol con síntomas de covid, según las denuncias.
Según la Dirección General de Vigilancia de la Salud, desde el 27 de diciembre, los casos de covid aumentaron un 235%. En las últimas cuatro semanas, el 42% de los casos de concentran en Asunción, el 32% en Central, el 6% en Alto Paraná y el 4% en Itapúa.