Cargando...
Pasado el mediodía de ayer se sentía un “calor de locos”. El cielo despejado y el solazo invitaban acudir a las playas, luego del recibimiento del Año Nuevo y con los deseos de que 2022 sea mejor.
Playas como las de Encarnación estuvieron repletas de bañistas. Se veía una interminable fila de sombrillas y mediasombras a lo largo de las costas de San José, Mboy Ka’ê y Pakukua, que son los lugares que más atraen a la gente. Muchos de estos veraneantes pasaron el Año Nuevo en la avenida Costanera, que luego de las restricciones del año pasado, volvió a recibir a los visitantes, según informó nuestra redacción regional.
Indudablemente, la playa Kuarahy Reike, en la compañía Itá Corá, Mayor Martínez, Ñeembucú, fue la gran atracción al igual que en la Navidad. Ayer, recibió a miles de visitantes. Según nuestro corresponsal Édgar Vázquez, aquí el agua es cristalina, y aunque le falta algunas comodidades, tiene un gran potencial turístico, que dependerá de las autoridades para que sea atrayente y constituya un interesante destino turístico. Familias enteras se agolparon en la playa Kuarahy Reike de Itá Corá para darse un chapuzón y aplacar el intenso calor del primer día del año 2022. Lamentablemente sigue el desorden, como de bañistas que acampan y beben en el agua.
La misma situación de multitudes que se refugiaron en las playas se registró en los diversos establecimientos ubicados en la costa del lago Yguazú, que fueron los puntos de encuentro para refrescarse en Alto Paraná. Complejos como Nativa y Torre Yguazú, de Juan E. O’Leary, además del parque Asahi e Ito, del distrito de Yguazú, recibieron miles de veraneantes, informó nuestra Redacción de Ciudad del Este.
En Villa Florida se realizó ayer la apertura oficial de la temporada en la playa Paraíso a orillas del río Tebicuary, según informó nuestro corresponsal Rafael Montiel. Una multitud también se concentró en la playa del Tebicuary en Iturbe, departamento de Guairá. Los balnearios de Cordillera registraron igualmente una masiva asistencia.
La presencia de miles de personas reaviva el turismo interno, que luego del parate de la pandemia, levanta cabeza y es alentador para reactivar la economía en el interior del país.