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“Me presenté a un trabajo de chofer en Santa Rita, me pidieron un curriculum y yo no sabía que era eso”. Así arrancó la entrevista con ABC Felipe Santiago Amarilla. Él se pasó la vida trabajando y solo pudo estudiar hasta el sexto grado de la primaria.
Proviene de una familia sampedrana compuesta de nueve hermanos. Una hermana suya sufrió un tumor y eso generó muchos gastos a sus padres. Cuenta que desde los ocho años le gustaba trabajar.
Dentro de sus orígenes como campesino recuerda que carpía en la chacra junto a su abuelo. Este hombre fue para él un buen consejero.
Le dijo que no podía quedarse toda su vida en el mismo lugar, sembrando o cosechando, con altas temperaturas y los sacrificios propios del campo; por lo que le recomendó que estudie y se capacite para hacer varias cosas.
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Y así lo hizo. A medida que iba creciendo, Felipe fue aprendiendo de manera autodidacta. Su curiosidad, su memoria, destreza y ganas hicieron que sea un verdadero multifacético de los oficios. Su curriculum habla por si solo.
“Eran como las 08:30, preparé un mate, salí al patio con una mesa, y empecé a escribir”. De esta manera fue como Felipe preparó su curriculum. Como no sabía en principio qué es, para qué sirve y mucho menos cómo se preparaba, la necesidad lo impulsó a hacerlo y probar suerte.
Lo único que tenía como guía era que debía colocar sus datos personales y todo lo que sabía hacer, más su experiencia laboral. Nos comentó que se le ocurrió sacarle una foto a su hoja de cuaderno con todo lo escrito y lo envió por whatsapp y messenger a un periodista de la zona que se llama Cirilo Cabrera. Este publicó en sus redes sociales y comenzó a viralizarse.
Se viralizó tanto que ahora conocimos el origen del CV y de su vida.
No llegó a un acuerdo y dejó su último trabajo
Felipe estuvo trabajando hasta hace dos semanas. Unas desavenencias con su jefe generaron una falta de acuerdo para que pudiera continuar con la retroexcavadora en la zona de Tacuatí.
Tuvo la oportunidad de trabajar en el Chaco donde fue operador de una topadora y un tractor. Pero por problemas de salud de uno de sus hijos debió dejarlo y volver al segundo departamento.
Se considera un hombre “inquieto” y sus hijos lo impulsan a salir adelante
Felipe tiene 28 años y nació en Concepción. Es padre de un hijo de 3 y otro de 5 años. Se separó de la madre de sus hijos y se quedó como padre soltero. Con mucho sentimiento expresó que los pequeños Arturo Daniel y Thiago Ariel son su verdadero “motor” para continuar y no rendirse.
Quiere darles lo mejor y por eso alquiló una casa. Ahora para sobrevivir repara “lo que venga”, asegura. Por ejemplo, lavarropas y hornos. Con lo que junta de dinero pueden alimentarse mientras consigue un nuevo empleo. “El mayor va a ir a la escuela el año que viene”, relató. Con esta preocupación demuestra su responsabilidad.
Su sueño: un taller mecánico y de electrónica. Como Felipe se considera un empírico pretende algún día ser independiente y tener su propio espacio de trabajo con los equipos necesarios.
Si se presenta la ocasión y tiene la chance le gustaría también culminar el colegio y ¿por qué no? seguir estudiando.
No quiere separarse de sus hijos
Con esta viralización ya le llegaron varias propuestas. Sin embargo, no pudo aceptarlas por la distancia, horas de viaje y lo principal, no poder ver con mayor tiempo a sus hijos que lo necesitan cerca.
Por ejemplo le ofrecieron un trabajo en Asunción y otro en Benjamín Aceval- Presidente Hayes. Tampoco quiere dejar a sus hijos con su abuela paterna, pues podrían ser una carga más y él ya se considera una persona independiente. Condición que lleva consigo desde sus 16 años.
Por fin le hicieron un CV a computadora
La divulgación de su caso posibilitó que una persona lo llamé y se ofreciera de manera gratuita a redactarle un curriculum. El único inconveniente ahora, es que no tiene donde imprimirlo, sostuvo. No solo tiene destrezas en trabajos considerados de mucha fuerza, sino que también habla el portugués a mas del español y el guaraní.
Las claves para adquirir conocimiento
Además de sus cualidades de aprender sin cursos o capacitaciones con libros o teoría, Felipe señala que su compromiso y esfuerzo le dieron todo lo que sabe. Con estas características se ganaba la confianza de los empleadores y aprendía cada día más, pero con mucha observación y práctica.
Por si quieran ofrecerle algún trabajo en alguna de las tareas que sabe hacer, su número de teléfono es el 0981 724 254. Dice que de todo lo que conoce, lo que más le gusta es operar las retroexcavadoras para hacer caminos y represas.
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