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Durante una visita a ABC, Monseñor Gabriel Escobar, obispo responsable de la Coordinación Pastoral de Educación de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP), se refirió a la nota que presentaron los obispos del Paraguay al titular del Senado, Óscar Salomón en la que expresan su preocupación frente al próximo tratamiento de la ley de Presupuesto General de la Nación para el 2022, específicamente, aquellos relacionados a los recortes anunciados para la Educación.
Monseñor Escobar afirmó que el mal uso de los recursos acarreará varias consecuencias a largo plazo que tendrán un alto costo para el Estado.
“Un chico que hoy día no tiene acceso a una educación y alimentación empieza a conformar pandillas, a delinquir y tener vicios. Cuánto costará a la larga al Estado esa situación. Porque la solución no es formar más cárceles. Debe haber una solución”, manifestó.
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“Estamos trabajando como equipo en esta problemática, ya que quieren tocar nuevamente los fondos del FEEI (Fondo para la Excelencia de la Educación y la Investigación). Es nuestra preocupación. En vez de ir conquistando la equidad en todos los ambientes, van reduciendo. No podemos quedar indiferentes a esta situación, porque un país que no crece en educación se estanca”, puntualizó.
“Incoherencia”
Para Monseñor Gabriel Escobar y su equipo, existe una contradicción y hasta incoherencia con lo que se está haciendo.
Por un lado, las autoridades indican estar preocupadas por la crisis educativa que se registra y que se acentuó con la pandemia, pero por el otro, un sector busca recortar los fondos destinados a la inversión.
Se preguntan en ese sentido de qué servirán tantos estudios y proyectos sobre educación si al final habrán más y más recortes que afectarán a los niños y jóvenes. “Dicen estar preocupados por la Educación, pero recortan los fondos”, expresó.
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También señaló que están preocupados por los fondos del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide). Reiteró en este sentido que los fondos que se tienen para educación deben ser blindados y utilizados exclusivamente para ese fin.
“Todo esto desmotiva y sobre todo porque a la larga no tendremos mano de obra calificada que pueda dirigir a nuestro pueblo. Tendremos que contratar otra vez a gente del extranjero. A las autoridades les digo, si tocan la caja para gastos rígidos, de sueldos, contratar empleados públicos sin concurso, están hipotecando el presente y el futuro de nuestros niños y jóvenes”, sostuvo.
Los representantes de la Iglesia católica instan a todos los miembros del Senado a blindar y custodiar la inversión en educación en todos los niveles y modalidades, para que la misma no se vea afectada por recortes o reasignaciones, que impidan o limiten el cumplimiento de las finalidades legalmente establecidas para las instituciones públicas responsables de implementar programas y proyectos.