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El párroco de San Ignacio señaló que el entonces padre Roque González de Santa Cruz se opuso con mucha valentía al sistema de esclavitud de la encomienda y buscó en las Reducciones, junto con sus compañeros jesuitas y guaraníes, un sistema social, económico y espiritual alternativo al régimen de explotación de la encomienda. “Fue un santo defensor de los derechos humanos de los guaraníes”, expresó el padre David Hernández.
Relató que durante su estancia en San Ignacio Guasu, en 1.614, Roque González de Santa Cruz escribió a su hermano mayor Francisco, jefe de la familia, encomendero y teniente gobernador del Paraguay, hablándole sobre la forma de la evangelización y tomando posiciones audaces.
“Los encomenderos se pusieron furiosos contra los jesuitas y Roque González a la cabeza, porque veían el régimen de la encomienda como una disfrazada esclavitud indígena. Estas son algunas de las frases de esa carta de Roque González”, señaló el padre Hernández.
La mencionada carta de San Roque seguía de la siguiente manera: “No es de ayer sino muy antiguo a esos señores encomenderos y soldados el quejarse, y aún levantando grandes contradicciones contra la Compañía con mucha honra y gloria de los que la han padecido, para ser causa tan justa como volver por los indios, y por la justicia que tenían que ser libres de la dura esclavitud y servidumbre del servicio personal en que estaban siendo por ley natural y divina y humana”.
El párroco de San Ignacio aseveró que San Roque González de Santa Cruz se opuso con mucha valentía al sistema de esclavitud de la encomienda y que fue un santo defensor de los derechos humanos de los guaraníes.
Por su parte, el superior del Monasterio San José de Santa María de Fe, Misiones, padre Wilber Mendoza cada año difunde la vida y obras de San Roque González en las reducciones.
Con el título: ¿Qué cosas latían en el incorrupto corazón de nuestro hermano San Roque González?, el padre Mendoza, publica las cartas de San Roque González, dirigidas a los provinciales de aquel entonces y que describen las vivencias en los pueblos jesuitas.
Primera reducción del Paraguay
El padre Roque González de Santa Cruz fue el organizador de San Ignacio Guasu, primera reducción de los jesuitas en el Paraguay. Después su labor evangélica se extendió por Itapúa hasta llegar a Ca’a ro, Brasil, donde murió martirizado el 15 de noviembre de 1628, por el cacique Ñesu.
El padre Mendoza del monasterio San José situado en Santa María de Fe, es uno de los fervientes difusores de la vida, la misión evangelizadora, las dificultades y logros del primer santo paraguayo.
La serie de cartas de San Roque revelan una historia cargada de esfuerzo, dedicación y alegría de parte del jesuita y sus compañeros mártires, Alonso Rodríguez y Juan del Castillo.
El martirio
De acuerdo a las crónicas de la época, solo la mirada de San Roque podía convertir a los nativos de Ca’a ro, donde se instalaba una reducción. Por eso el 15 de noviembre de 1628, el cacique Ñesu lo atacó con un hacha de piedra por la espalda. Después de recibir el certero golpe, los otros indígenas tomaron el cuerpo de San Roque González, junto con los de sus compañeros mártires, y los quemaron.
Pero los nativos quedaron asombrados al ver que el corazón de San Roque González no fue consumido por las llamas y seguía latiendo. Según el relato, el sacerdote habló a los indígenas a través de su corazón intacto y les exhortó a arrepentirse de sus acciones y a convertirse.
En 1931, el Vaticano beatificó al jesuita paraguayo y, en 1988, el papa Juan Pablo II, en ocasión de su visita al Paraguay, canonizó a San Roque González de Santa Cruz. Este lunes 15 de noviembre los jesuitas y toda la Iglesia Católica recuerdan el martirio de Roque González y compañeros mártires, Alonso Rodríguez y Juan del Castillo.