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Cuando Óscar Nenecho Rodríguez (ANR), exintendente asunceno y actual jefe comunal electo, recibía la administración de la Municipalidad de Asunción, en diciembre del 2019, la institución terminaba el año con una pérdida de G. 71 mil millones. Lejos de buscar mejorar esta situación, el jefe comunal despilfarró en aumentos salariales, préstamos y nuevas contrataciones, además de gastos de pandemia con sendas irregularidades. En solo dos años, Nenecho cuadruplicó la pérdida, que hasta agosto de este año llegó a G. 276 mil millones.
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Analizando el balance hasta agosto, encontramos entre los ítems a la “deuda pública”. Esta se compone de los intereses a pagar a corto plazo por préstamos y bonos, que llegan a G. 90.177.400.273. Este monto debe ser abonado este año, pero la Comuna no tiene el dinero, por lo que la semana pasada la Junta Municipal aprobó un préstamo de G. 270.000 millones para “bicicletear” el problema.
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Estos intereses, que urgen pagar este año, se generan de los préstamos a largo plazo hechos por la Comuna. Las deudas se componen de dos ítems, los bonos municipales (decenas de medianos préstamos que se consiguen mediante la Bolsa de Valores), que llegan a los G. 495.000.000.000, y “Otros empréstitos de instituciones no financieras”, que alcanzan G. 19.161.019.040.
Estos bonos aún no fueron pagados, solamente se abonaron sus intereses. El tiempo corre en contra de la Comuna, que debe empezar a abonarlos en el 2023. Uno de ellos, de G. 10 mil millones, venció en agosto de este año y será pagado con el nuevo préstamo.
Hay deudas pero no obras
La Comuna capitalina emite bonos alegando no tener dinero para realizar obras. Esto sucede porque utiliza la mayor parte del presupuesto en salarios de sus más de 8.000 funcionarios. Sin embargo, tampoco se realizaron todas las obras que se prometieron. Mientras, el dinero está estancado y generando intereses.
Por ejemplo, la emisión de bonos G7 por G. 200.000 millones realizada en enero de este año, era para la construcción de la Terminal de Ómnibus de Asunción, que sigue en horrendo estado. También para la construcción del Mirador Itapyta Punta, que sigue abandonado. La ejecución de los bonos hasta el 2020 era solo del 58,75%.