Parques San Luis y Cerro Corá fueron arrasados por las llamas y prevén recuperación con bombas de semillas

De acuerdo a la conferencia de prensa brindada esta mañana por representantes del Mades y el Infona, casi el 65% del Parque Nacional Serranía San Luis fue arrasado por los incendios. A su vez, el Parque Cerro Corá sufrió una afectación del 45% con los siniestros pasados. Anunciaron que prevén lanzar bombas de semillas para acelerar la recuperación.

Casi el 65% del parque Serranía San Luis se quemó este año.
Casi el 65% del parque Serranía San Luis se quemó este año.Gentileza, Mades

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Esta mañana, el Ministerio del Ambiente brindó una conferencia de prensa para hablar sobre los grandes incendios registrados este año y el nivel de afectación en dos de los principales parques nacionales.

Frederick Bauer, director de Vida Silvestre del Mades, mostró las imágenes satelitales de antes de la sequía, durante la época previa a los incendios y cómo quedaron después del siniestro los parques Cerro Corá y Serranía San Luis.

Superficie debastada tras los incendios en Cerro Corá.
Superficie debastada tras los incendios en Cerro Corá.

¿Cómo quedó el Parque Cerro Corá?

En el caso de Cerro Corá, contó que el 32% del parque sufrió quemaduras consideradas “de alta severidad”, es decir que tardarán más en recuperarse esas zonas, mientras que el 13% sufrió incendios “de baja severidad” y cerca del 55% restante se salvó de las llamas. “Lo cual es positivo, porque se creía que más de la mitad del parque fue afectado”, consideró.

Sobre la comunidad natural afectada en dicho parque, informaron que 124,18 hectáreas de alcantilado, 213,07 hectáreas de bosque de galería, 961,61 hectáreas de bosque denso, 324,37 hectáreas de bosque medio, 679,75 hectáreas de cerrado, 105,48 hectáreas de cerradón y 20,90 hectáreas de embalsados, fueron afectadas por el fuego,. Las llamas se habrían originado fuera de los límites del parque.

Bauer también detalló que los trabajadores del Mades viajaron hasta Cerro Corá y verificaron el estado del mismo cinco días después de que las llamas fueron controladas, a finales de julio. En el recorrido, encontraron que en las zonas de ecosistema “cerrado” ya se ve que la vegetación empezó a rebrotar.

En ese sentido, explicó que el cerrado tiene la particularidad de que es un ecosistema más resistente al fuego y que en ocasiones hasta lo necesita para regenerarse. Además, destacó que también se hallaron huellas de pumas y venados sobre las cenizas, lo que demuestra que dichas especies no fueron tan afectadas.

Huellas de animales y vegetación recuperándose en el parque Cerro Corá.
Huellas de animales y vegetación recuperándose en el parque Cerro Corá.

San Luis se llevó la peor parte

En cuanto al Parque Nacional Serranía San Luis, contó que solo el 36% se salvó de las llamas. Aproximadamente, el 64% del área protegida fue afectado por las llamas, el 39% sufrió quemaduras de alta severidad y casi el 25% de baja severidad.

De las 10.273 hectáreas que conforman el parque, se quemaron 6.665 ha, quedando libre de incendio un poco más de 3.800 hectáreas.

Detalló que con el recorrido vieron cómo los árboles del cerrado resistieron por tener una corteza más gruesa y estar adaptados al fuego. “Pero esta vez fueron más severos de lo normal”, acotó.

Superficie debastada tras los incendios en el parque Serranía San Luis.
Superficie debastada tras los incendios en el parque Serranía San Luis.

En ese sentido, el director de Vida Silvestre del Mades destacó que los funcionarios que visitaron San Luis describieron el panorama como “desolador” y algunos árboles quedaron totalmente quemados hasta las bases, aunque también se vieron pequeños brotes.

El experto también recalcó que en el ecosistema del cerrado la regeneración es muy rápida, porque está adaptado al fuego, y muchas plantas lo necesitan para regenerarse. Por ello, esas zonas, ya el año que viene estarán recuperadas. Sin embargo, las zonas boscosas tardarán muchos años, debido a que se perdieron árboles nativos muy añejos.

Bombas de semilla

Beuer contó que ahora el Mades debe trabajar no solamente en la prevención de próximos incendios sino también en el “confinamiento” de ambos parques, para que solos puedan regenerarse.

Además, prevén la aplicación de un proyecto de realización y expansión de “bombas de semillas”. Los técnicos recurrirán a la población para recorrer los territorios que se salvaron y recoger semillas, que luego serán colocadas dentro de las “bolas de arcilla” a ser arrojadas en las zonas más afectadas por las llamas.

Modificación de ley de quemas

Por su parte, la titular del Instituto Forestal Nacional, Cristina Goralewski, insistió en que se necesita modificar la ley de quemas controladas, puesto que los municipios no tienen la capacidad de realizar todos los controles necesarios.

Además, dijo que se encuentran trabajando con el monitoreo de focos de calor y hoy el último reporte hablaba de 1.200 focos, “pero seguimos sin incendios declarados hace varias semanas”.

Anunció que el monitoreo de focos de calor se hará al menos hasta noviembre, cuando se dé un cambio en condiciones del tiempo. También estarán notificando a los propietarios de zonas afectadas por los incendios, para que realicen su descargo y deslindar responsabilidades.

Finalmente, pidió a la población evitar la quema de basuras, recurriendo a otros métodos menos nocivos. Dijo que lo ideal es separar los residuos y enterrar los restos orgánicos, como hojas, ramas, frutas y verduras.

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