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“Estamos planteando el financiamiento para el operativo censal. Eso implica la mayor movilización del país en tiempos de paz. Necesitamos que sea una causa nacional y tener el acompañamiento de la ciudadanía”, afirmó Ojeda este martes en conversación con ABC durante una entrevista en que argumentó por qué es necesario el dinero para poder financiar este estudio poblacional que tendrá diferentes componentes.
El último censo hecho fue el de 2012, año en el que hubo juicio político a Fernando Lugo y en el que asumió la presidencia Federico Franco. En ese entonces, se habían despilfarrado millones de dólares en un estudio que solo alcanzó una cobertura del 76%, lejos del mínimo del 90% para ser considerado válido.
Ojeda indicó que el censo es “fundamental para cualquier país” porque aporta datos estadísticos que ayudan a saber cuál es la configuración de cada familia y su estructura económica.
A diferencia del 2012, año en el que el censo duró meses, en esta ocasión se planea recurrir a una conocida metodología: declarar asueto un día completo y contar con voluntarios que recorrerán casa por casa para hacer entrevistas a los habitantes de cada vivienda.
Para ello, se convocará a unos 210.000 voluntarios que cobrarán un viático para alimentación y serán capacitados para que los ciudadanos respondan un cuestionario de 63 preguntas distribuidas en 10 capítulos.
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“Necesitamos cierta tranquilidad política para tener el éxito esperado. Estamos evaluando con el Ministerio de Salud sobre cómo está la pandemia (...) El factor crítico es el financiamiento que muchas veces no está en tiempo y forma. Hoy necesitamos contar con los recursos en tiempo y forma para hacer frente a los desafíos que el cronograma establece”, sostuvo Ojeda.
El Censo Nacional se haría el 9 de agosto. El director explicó que se elige ese mes del año porque casi no se registran lluvias. El día será miércoles “para evitar un puente”, añadió. Este estudio incluirá el cuarto censo nacional indígena, que arrojará también un panorama sobre esta población.
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Estos voluntarios trabajarán haciendo encuestas en papel y estos datos se procesarán en unos ocho meses a través de escáneres. Los primeros resultados se conocerían un año después de hacer las entrevistas; es decir, en agosto de 2023.
Concretamente, el Instituto Nacional de Estadística (INE) aboga por la aprobación urgente de un crédito programático del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para el financiamiento de equipos y logística.
El proyecto está pendiente de tratamiento en el Congreso y de este crédito dependen muchas gestiones necesarias y urgentes a fin de ir preparando la logística que permitirá la actualización de las estadísticas a nivel país.