Con abrazos a condenados, la “cicatriz” es igual a impunidad

A plena vista de los visitantes del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (Gafilat), agencia internacional contra el lavado de dinero y delitos conexos, el expresidente Horacio Cartes se abrazaba con condenados y procesados por dichos delitos, promoviendo incluso sus candidaturas para las municipales. A poco de ese gesto, un par ya operó para anular sus procesos.

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La residencia del expresidente Cartes, ubicada sobre la Avda. España acogió en los últimos días a referentes de la Asociación Nacional Republicana (ANR), varios de ellos con extenso prontuario e incluso con condena.

Mientras una comitiva internacional evaluaba las acciones del Gobierno para la lucha contra crímenes como el lavado de dinero, estando en juego la posibilidad de que nuestro país retorne a la lista gris de países que permiten dichas operaciones ilegales, Cartes se abrazaba incluso con otrora acérrimos adversarios como el senador Rodolfo Friedmann, con proceso por lavado de dinero y otros delitos y el diputado Miguel Cuevas, investigado por enriquecimiento ilícito.

Justamente este último, el pasado viernes, a través de una acción de inconstitucionalidad presentada ante la Corte Suprema de Justicia, solicitó la anulación de su proceso.

Si bien el recurso presentado por Cuevas es legal, lo que genera dudas es la independencia del Poder Judicial para resolver casos relacionados a políticos, ya que el cartismo cuenta con amplia mayoría en órganos estatales como el Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados (JEM).

Todo esto sin dejar de tener en cuenta que también existen acusaciones constantes de la influencia de Cartes sobre la Fiscalía, que en el caso de Cuevas ya le dio una mano, excluyendo pruebas claves para el proceso como ser pericias contables e informes técnicos.

Pese a ello, se estima que el legislador, que llegó a ser presidente de la Cámara Baja, posee un patrimonio de unos G. 5.600 millones sin presunta justificación legal.

Pero si de tragar sapos se trata, destaca el caso del senador Friedmann, que en las dos últimas semanas apareció en dos ocasiones junto a Cartes, a quien antes tildaba con los peores calificativos, llegando incluso a presidir la Comisión Messer, que investigó al exmandatario por su relación con su “amigo del alma”, condenado por el caso Lava Jato en Brasil, Darío Messer.

El proceso contra Friedmann casi no avanza, en medio de recurrentes chicanas.

Otro de los cuestionados que también se arrimó a Cartes poco después del escándalo del acta entreguista de Itaipú fue el exdirector de la binacional José Alberto Alderete.

Cartes, siempre en la mira

El propio exmandatario Horacio Cartes nunca estuvo exento de investigaciones judiciales, la más reciente en el Brasil, por presuntamente haber acogido a su “hermano del alma”, Darío Messer, durante su periodo de prófugo de la justicia.

La investigación sobre las operaciones presuntamente ilegales de lavado de dinero que realizaba Messer a través de bancos locales, nunca avanzó. Dichas operaciones se realizaron durante el mandato de Cartes. También, nunca se investigó a su extitular de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero y Bienes (Seprelad), Óscar Boidanich.

Aval a “significativamente corruptos” para que lideren

A poco de cumplir su periodo en prisión preventiva, acusado por presuntamente de parte de una organización criminal vinculada al narcotráfico y por lavado de dinero, el diputado Ulises Quintana buscó refugio en Cartes, quien sin miramientos no solo lo respaldó, sino que los promovió como candidato a intendente de la ANR de Ciudad del Este.

El acusado Ulises Quintana (i) junto con Horacio Cartes.
El acusado Ulises Quintana (i) junto con Horacio Cartes.

Quintana, a quién se oye en audios de escuchas autorizadas por la Justicia, negociando la liberación de dinero del presunto narcotraficante Reinaldo Javier “Cucho” Cabaña, logró imponerse en las internas coloradas de la mano de HC.

Ni siquiera la declaración y veto del Departamento de Estado de EE.UU., que calificó a Quintana como “significativamente corrupto”. fueron impedimento para que en enero pasado, se produjera el “abrazo republicano” entre el líder de HC y el legislador procesado.

Originalmente Ulises Quintana era referente del movimiento Colorado Añetete en el departamento de Alto Paraná, pero luego de que Abdo le soltara la mano a raíz del proceso en su contra, se terminó anexando a Honor Colorado.

Otro salpicado por “vínculos con el narcotráfico”

También desfiló por la casa de HC en estos últimos días el exdiputado y actual senador suplente Bernardo “Lalo” Villalba y su hijo homónimo, pero conocido como “Berni”. Este último se candidata a la intendencia de Concepción.

En este caso destaca el nombre de “Lalo” Villalba, ya que aparece en un informe especial de una comisión del Congreso, que vinculó al exparlamentario con Carlos Antonio “Capilo” Caballero, uno de los líderes del grupo criminal Primer Comando Capital (PCC), extraditado al Brasil por crímenes vinculados al narcotráfico.

En el expediente consta como “Lalo” Villalba, entonces abogado, solicitaba aportes monetarios al narcotraficante para financiar actividades políticas o para lograr suspender audiencias relacionadas a su caso.

Ya en su periodo como diputado, Villalba fue uno de los promotores de aumentar el tope de los “aportes anónimos” que podrían recibir los candidatos y partidos, en el marco de la Ley de Financiamiento Político.

Clan luqueño sigue en la mesita de luz

En los audios filtrados donde se reveló cómo el exsenador Óscar González Daher manejaba a su antojo la Justicia, a través de amenazas y pedido de favores siendo a jueces y fiscales siendo presidente del Jurado de Enjuiciamiento de Magistrados, también él mismo había confesado que Horacio Cartes tenía una foto suya en su mesita de luz, en señal de la cercanía entre ambos.

Cartes (4°  der.) junto a Óscar González Chaves (remera a rayas), Echeverría y  José Alderete (2° y 1° der.).
Cartes (4° der.) junto a Óscar González Chaves (remera a rayas), Echeverría y José Alderete (2° y 1° der.).

Ni siquiera dos condenas y dos salidas obligadas del Congreso por problemas con la justicia hicieron que dicha situación cambie mucho.

Durante la semana, Óscar González Chaves, hijo del exsenador González Daher y candidato Nº1 a concejal de Luque por la ANR, posó junto a Cartes en su vivienda.

González Chaves no está exento de sus propios delitos, ya que fue condenado en primera instancia por enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, en un juicio donde también fue condenado su padre.

Ambos igualmente están declarados por el Gobierno de los Estados Unidos como “significativamente corruptos” y están vetados de ingresar a dicho país por esta condición.

González Daher además suma una condena previa por el delito de tráfico de influencias, por el ya mencionado caso de los audios filtrados.

En dicho proceso fue salvado de ser condenado además por asociación criminal, algo que en realidad se ajustaba a la manera de operar del legislador y otros condenados.

OGD también hasta hace poco se comprobó que seguía frecuentando a Cartes, ya que en diciembre del año pasado se filtraron imágenes del exlegislador almorzando con HC, y todo porque el senador Antonio Barrios se encontraba sesionando de manera virtual desde la casa de Cartes.

De hecho, pese a sus condenas, los González en ningún momento mostraron arrepentimiento ni vergüenza, ya que unos días después de recibir la sentencia, realizaron un actos político en su vivienda.

El viernes, González Daher y su hijo presentaron apelación y pidieron la anulación de la condena, ante lo cual hay que estar atento, ya que el fallo se dio a puertas de la evaluación de GAFI.

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