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Nelly Cortesi, vocera de la Coordinadora de Familiares de las Fuerzas Públicas, repudia la muerte del suboficial Santi Figueredo Santacruz y lamenta las prácticas que realizan las fuerzas policiales para el “probolsillo” de los comisarios de turno, pero nunca para reparar patrulleras, ni comprar armas o balas para los agentes policiales.
Preocupados, los familiares de policías van a presentar este lunes una nota en la Comandancia y otra en el Ministerio del Interior en el que exigen una reglamentación y protocolo para la custodia de caudales. Además, exigen que se “blanquee” el cobro por el servicio privado. “Los oficiales están atados de manos, pies y boca. Nada pueden reclamar y tampoco cuando le ordenan ni pueden negarse a realizar estas guardias privadas que ponen en riesgo sus vidas. Es descabellado que se maneje así esta institución”, repudió Cortesi, muy enérgicamente, en conversación con ABC Color.
En otros países esto se reglamenta y protocoliza. “Hay guardias para los estadios, para conciertos y para guardias privadas o cuando va más allá que es el acompañamiento del transporte de caudales, todo está reglamentado en varios países y eso puede servir de guía para implementarlo acá”, enfatizó.
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Policías deben comprar sus armas
“Si estos servicios están habilitados para la policía, porque no reglamentan y protocolizan”, agregó. A su vez, hizo mención de que los agentes policiales deben comprar sus propias armas, balas y uniformes. “Lo que recauda la ‘corona’ con las guardias privadas nunca beneficia a los policías ni a la ciudadanía, siempre es probolsillo”, denunció.
Actualmente, los oficiales hasta “ni se quieren poner sus chalecos antibalas porque están vencidos, ni siquiera les protege”, dijo Cortesi.
El suboficial Santi Figueredo Santacruz, personal de la Comisaría 11ª de Asunción, falleció en la tarde de ayer viernes, tras ser baleado por delincuentes mientras custodiaba la suma de G. 32 millones que retiró de un banco de plaza.
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