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La Municipalidad capitalina gastó G. 60 millones para repavimentar la calle Tacuary entre 31 y 32 Proyectada. Al encontrarse con un sistema cloacal colapsado, se decidió construir canaletas en el medio de la calle y a cielo abierto para desviar las aguas servidas.
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Cuestionado ante la situación del sistema cloacal, que es responsabilidad de la Essap, el director de Alcantarillado Sanitario de la aguatera estatal, Néstor Roa, aseguró que sí existe una solución de fondo, que es el proyecto de la cuenca Lambaré, pero que no se puede hacer nada a corto plazo.
Roa explicó que el problema es bastante antiguo. Existe una conexión de hierro fundido que sí funciona para los barrios del centro, que lleva las aguas residuales sin tratamiento a desembocar al arroyo Ferreira. Este sistema no se puede tocar y tampoco añadir conexiones debido a su material. A la vez, aclaró que como su trayecto va por una zona inundable, no se tiene que permitir que ningún tipo de agua acceda a los caños, porque esto podría provocar un colapso.
Por otra parte, el director indicó que hace 30 años vecinos del barrio Roberto L. Petit solicitaron tener también alcantarillado, por lo que en su momento autoridades decidieron construir una conexión de caños de barro, pero esta vía no tiene salida, por lo que todo lo conectado a la misma termina colapsando.
El alcantarillado nace en Antequera y 30ª Proyectada y llega hasta 42 Proyectada y Pa´i Pérez. El gerente expresó que periódicamente cuadrillas de la Essap van hasta la zona para succionar los registros, pero que esos son trabajos paliativos.
Por otra parte, el directivo manifestó que tener pozos ciegos tampoco es la solución, ya que al tratarse de una zona inundable, fácilmente las aguas salen al exterior.
Finalmente, Roa comentó que la solución definitiva es el proyecto de construcción de la cuenca Lambaré, que brindará alcantarillado a toda la ciudad de Lambaré y a varias zonas de Asunción, Villa Elisa y Fernando de la Mora. El préstamo de 160 millones de dólares ya fue aprobado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero aún falta la homologación por parte del Ministerio de Hacienda y luego del Congreso Nacional, dijo.
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El directivo añadió que una vez que se tenga la aprobación, deberán trabajar de seis a ocho meses en el proyecto ejecutivo y una vez que comience la obra, los trabajos durarán de cinco a seis años.
La Dirección de Comunicación de la Essap nos remitió un video en donde se puede ver que ya se repuso la tapa del registro colapsado en 31 Proyectada y Tacuari.