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El hecho se registró en una tienda de la cadena Biggie ubicada sobre la calle Gaudioso Núñez casi Herminio Giménez del barrio Mburicaó de Asunción alrededor de las 23:50 del martes, informó Rodolfo López, periodista de ABC.
Dos hombres llegaron al sitio a la hora mencionada transportados presumiblemente en un vehículo Toyota tipo Runx, que posteriormente abandonaron en el lugar. Una vez dentro del comercio, lo asaltaron a punta de pistola, llevándose G. 330.000.
Los ladrones se llevaron a la salida un automóvil Toyota tipo Belta de una clienta que llegó a hacer compras y el vehículo fue abandonado posteriormente sobre la calle 12 de Octubre esquina Igualdad, del barrio Pinozá de Asunción.
Lo más llamativo del caso fue el relato de la propietaria del automóvil, una mujer identificada como Ana María, que llegó al lugar con la niñera de sus hijos para hacer compras antes de ir a un hospital de la capital para que su acompañante pueda vacunarse contra el coronavirus.
La clienta detalló a ABC que, cuando llegó, se lavó las manos y, al cruzar la puerta, uno de los ladrones le roció alcohol en las manos para que pueda ingresar. Ella creyó que se trataba de uno de los guardias de seguridad, contó.
Sin embargo, pronto los ladrones le indicaron que se trataba de un asalto y le pidieron las llaves del vehículo para poder fugarse. Incrédula, la víctima no quiso acceder al principio, pero reaccionó segundos después y obedeció la orden con la petición de que bajen a su acompañante que la estaba esperando antes de robar el rodado, cosa que finalmente hicieron los delincuentes.
Posteriormente, tras la denuncia policial ante la Comisaría 7ª Metropolitana, se encontró el vehículo en el sitio mencionado. Del rodado los ladrones se llevaron una cartera de la víctima, que solo contenía documentos.
Los intervinientes indicaron que los asaltantes, si bien actuaron a punta de pistola, no golpearon ni hirieron a los empleados del local ni a las víctimas y concluyeron que, tras abandonar el auto robado, volvieron a huir en el vehículo que los dejó en el comercio, por lo que entienden que actuaron con un cómplice que ofició de chofer.