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Los nativos son de diferentes comunidades del departamento de Caaguazú y Alto Paraná y se manifiestan para presionar por sus exigencias, los mismos montaron al costado de la ruta precarias carpas para poder resguardarse del intenso frío, lluvias y calor de estos días.
El líder de los aborígenes, Aquilino Martínez dijo que la Dirección de Asuntos indígenas de la Gobernación de Caaguazú, les prometió que a las 9:00 estarán autoridades nacionales y locales para buscar solucionar sus problemas. Indicó que, si no llegan a un acuerdo, más nativos se estarán sumando al lugar para reforzar su medida de fuerza.
Resaltó que en el lugar ya pasaron muchas necesidades ya que no tienen techo seguro, frazadas y camas, y durante el intenso frío tuvieron que amanecer alrededor de fogatas. En cuanto a la alimentación, señaló que logran sobrevivir gracias a la solidaridad de la ciudadanía ovetense y agradeció a las personas de buen corazón que diariamente les acerca algo para comer.
Por su parte, el encargo de Asuntos indígenas de la Gobernación de Caaguazú, Pedro Sanabria manifestó que enviaron nota a varias instituciones estatales con el fin de que mañana puedan estar en el lugar y hablar con los nativos.
Indicó que los nativos tienen varias necesidades que competen a diferentes instituciones y que se requiere de la presencia de todos para buscar una solución a sus problemas. Señaló que el lunes se intentó reunir a todas las instituciones competentes, pero solo estuvieron representantes del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), Ministerio de Urbanismo Vivienda y Habitad (MUVH), Administración Nacional de Electricidad (ANDE), el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) y la Quinta Región Sanitaria y que por esa razón no se pudo destrabar el inconveniente.
Vecinos preocupados
Actualmente los nativos se encuentran en una franja de domino de la Ruta PY02 a cargo del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), y cuyo lugar cuenta con enormes árboles de antaño que estaba siendo tratado por los vecinos como un parque público. Los lugareños están preocupados de que la zona sea nuevamente destruida por los aborígenes.
A esto suma que los mismos andan sin ninguna protección sanitaria, viven aglomerados y rechazan cualquier tipo de vacuna contra el covid-19.