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Ayer, los fiscales antidrogas Lorena Ledesma e Isaac Ferreira realizaron una nueva intervención en la estancia “El Tigre” junto a efectivos de la Fuerza Aérea. Los militares fueron al sitio para montar una base luego de que el Indert cedió el inmueble al Ministerio de Defensa.
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El pasado febrero se había hallado en el sitio más de 1.400 kilos de cocaína luego de un trabajo de inteligencia. Además, el Indert descubrió que el inmueble, donde funcionaba la estancia “El Tigre” pertenecía aún a la institución, por lo que se procedió a recuperar el terreno, que había sido adjudicado a Benito Giménez, quien fue imputado y se encuentra en rebeldía por fuga.
La fiscal antidrogas Ledesma destacó la recuperación de la estancia “El tigre” a favor del Estado paraguayo, considerando que el sitio es una “tierra de nadie”, por lo que es aprovechada por las estructuras criminales dedicadas -principalmente- al narcotráfico y, además, al abigeato de ganado de la zona.
En ese sentido, resaltó que las fuerzas del orden se establezcan en la zona, ya que podrán ejercer un control en un punto considerado estratégico debido a que el establecimiento se encuentra a escasos pasos del límite con Bolivia, de donde proviene mayormente la droga. Acotó que la comisaría más cercana, la de Bahía Negra, está a 300 kilómetros de la estancia “El Tigre”.
“Esta es una tierra de nadie, por lo que acá lo importante es que se estableció la presencia del Estado en un lugar limítrofe con Bolivia, donde no hay ninguna fuerza del Estado; ni la Policía o las Fuerzas Armadas estaban en el lugar. Por otra lado, se destaca la recuperación de esta estancia modelo a favor del Estado”, destacó.
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De acuerdo a la agente fiscal, la narcoestancia es considerada como un establecimiento “modelo” porque cuenta con infraestructura de vanguardia para la zona. Detalló que “El tigre” cuenta con dos pistas para aeronaves, destacados corrales para el ganado y viviendas con construcción importante.
Ledesma comentó que el establecimiento funcionaba como sitio de acopio de droga que provenía del país vecino. Además, refirió que la estancia tenía como “fachada” la explotación ganadera, pero también era utilizada para el abigeato y el robo de animales de los locales cercanos, que posteriormente eran vendidos en Bolivia.
Ayer, en la toma del sitio por las insituciones del Estado, los fiscales constataron que, a dos meses del primer allanamiento, la estructura criminal estaba operando nuevamente en la estancia mediante una medida cautelar dictada por un juzgado de Bahía Negra a cargo del magistrado Pablo Benicio Monges. Tras ello, más de 50 cabezas de ganado fueron comisadas y entregadas a la Secretaría Nacional de Bienes Incautados y Comisados, de las cuales -según indicó Ledesma- casi la mitad contaban con diferentes marcas, por lo que inicio una investigación por abigeato.
En el marco de las investigaciones por narcotráfico están imputados Benito Giménez, en calidad de propietario del inmueble. Mientras que Terecio López y el funcionario de Dinac -quien está preso-, el abogado Waldimiro Ymas González, como presuntos administradores de la estancia.
Según indicó la fiscal Ledesma, estos procesados eran prestanombres -en principio- de la estructura criminal liderada por el narcotraficante Jarvis Chimines Pavão y quedaron como administradores tras la expulsión del capo al Brasil.