“Hay muchos sentimientos encontrados, porque hace exactamente 365 días atrás no se pudo celebrar con la gente, entonces hoy después de un año que nos aguantamos, por decirlo de alguna manera, hoy va a ser explosiva esta fiesta definitivamente. De tener dos misas para las redes, a tener 24 misas este 24 de mayo y por supuesto vamos a esperar a todos los feligreses, teniendo todos los cuidados correspondientes, estamos haciendo ese esfuerzo”, destacó Héctor Fariña, cura párroco del santuario de María Auxiliadora, y encargado de organizar la logística para la celebración, pero cuidando el protocolo sanitario.

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Insistió en una frase que utiliza recurrentemente: “Hoy tenemos que ganar el ISO a la calidad”, sostuvo, haciendo alusión al certificado de calidad que tiene muchas empresas a sus servicios, en este caso, el objetivo es cumplir con las medidas sanitarias. En la primera celebración, pese a un importante número de presentes, se observó el cumplimiento estricto de los protocolos, desde el distanciamiento hasta el uso de tapabocas y la ventilación del recinto.

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Fariña destacó que este año, el mensaje que promueven es: “Enviados con María a fortalecer nuestras esperanza a Jesucristo Eucaristía”. Explicó que este mensaje tiene dos elementos centrales que busca promover.

“El primero es el Año de la Eucaristía, pedido por la Conferencia Episcopal Paraguaya, y el tema de la esperanza es un mensaje del rector Mayor de la Congregación Salesiana que se fundamenta en la situación de dificultad que estamos pasando, no solo como sociedad paraguaya, sino como humanidad estamos pasando una crisis, le llamamos pandemia con todas sus consecuencias en todos los ámbitos de la vida, entonces se ve la necesidad de fortalecer esa esperanza”, refirió el sacerdote.

Llamó a que dicha esperanza se fundamente en Dios y en la solidaridad entre ciudadanos. “Que el cristiano fortalezca su fe, su esperanza en Jesucristo, en un mañana mejor y que ese mañana mejor no llegará caído del cielo, sino que tenemos que juntar nuestras manos. Ojalá nuestras manos se vuelvan callosas de tanto trabajar por el cambio de la humanidad, de nuestra sociedad y sea una comunidad humana donde realmente todos nos sintamos y obremos como hermanos. Ese también es el mensaje fundamental del papa Francisco, la casa común, una sola familia humana, donde todos somos hermanos y corresponsales los unos de los otros, ese es el mensaje principal y de fondo de esta solemnidad mariana”, comentó.