Tras asesinato de Rodrigo Quintana, intentaron instalar varias mentiras

Fidelino Quintana, padre del asesinado Rodrigo Quintana, recordó cómo la Policía cartista intentó instalar que su hijo fue asesinado en la calle y que su cuerpo fue tirado en el interior de la sede del Partido Liberal.

Fidelino Quintana aparece sentado frente a la tumba de su fallecido hijo, Rodrigo, en La Colmena.
Fidelino Quintana aparece sentado frente a la tumba de su fallecido hijo, Rodrigo, en La Colmena.Archivo, ABC Color

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La familia de Rodrigo Quintana seguía esperando que le entregaran el cuerpo del joven que había sido asesinado horas antes en la sede del PLRA en Asunción. La espera se hizo larga, mientras se cumplía con los procedimientos de rigor.

Las primeras luces de la mañana del sábado 1 de abril comenzaron a pintar el cielo sobre Asunción, cuando Fidel, el hermano mayor de Rodrigo, salió con algunos de sus amigos a buscar algo para comer.

“Los policías no sabían que había una cámara ahí adentro y por eso quisieron instalar una mentira”, recuerda Fidelino Quintana, conocido como “don Ino”, el padre del asesinado, en entrevista con ABC.

Todavía estaban esperando que les entregaran las empanadas que habían pedido cuando apareció un agente de la Policía también oriundo de La Colmena. Los saludó y después de apenas segundos de conversación, les reveló lo que él decía era la verdad: A Rodrigo lo mataron fuera de la sede del Partido Liberal.

“No. Mba’épiko? Péako pe cállepe ojuka hikuái. Ojejuka entre ellos ha ombotyryry omoinge hikuái hyepýpe (No. ¿Qué va a ser así? A ese le mataron en la calle. Se mataron entre ellos y después le metieron adentro ya muerto)”, afirmó. Poco después se retiró del lugar.

Fue la primera mentira oficial que se hizo correr sobre la muerte de Rodrigo, acaso si la familia no tuviera que aguantar ya lo suficiente con haber perdido al menor de sus hijos. Desde la propia Policía hicieron correr esa primera versión sobre la muerte del joven activista liberal.

Todavía seguían los procedimientos y en la sede del PLRA, representantes de la Fiscalía y la Policía insistieron en llevar, no la grabación del circuito cerrado, sino el sistema completo. El entonces diputado Juan Félix Bogado Tatter encabezó al grupo de personas que velaron en ese lugar para evitar que eso ocurriera.

Pero lo que había contado el agente policial fue apenas el inicio de una sarta de mentiras que se irían desprendiendo.

Poco después, llegó la segunda mentira. El encargado de hacer correr el engaño fue el comisario Abel Cañete, director de Apoyo Técnico de la Policía, en una conferencia de prensa brindada en las primeras horas del sábado 1 de abril.

“Se llegó al Directorio del Partido Liberal Radical Auténtico a través de la persecución de hechos vandálicos. Se ha ingresado a esa casa y se forcejeó entre manifestantes y personas que estaban allí”, aseguró Cañete ante los medios de comunicación.

La mentira duró muy poco. Las imágenes de las cámaras del circuito cerrado revelaron no solo que a la hora del ataque a la sede partidaria no se registró hecho vandálico alguno afuera o dentro del lugar, sino que tampoco existió forcejeo alguno. Los policías abrieron las puertas del local y dispararon sin mediar palabra. La versión del disparo accidental quedó descartada: fue un asesinato a sangre fría.

De hecho, las imágenes captadas luego por el equipo del canal ABC TV, que llegó instantes después del ataque a la sede del PLRA demostraron cómo los agentes de la Policía proferían amenazas contra quienes se encontraban en el lugar y no ayudaron a Rodrigo Quintana que yacía tirado en el piso.

El turno para mentir le llegó después al entonces Viceministro de Asuntos Políticos del Ministerio del Interior, Ariel Martínez, quien fue nombrado como titular de esa cartera meses después de los hechos de abril de 2017. Martínez es además hijo del juez stronista que luego se convirtió en abogado del entonces presidente de la República, Horacio Cartes, Diógenes Martínez, quien asumió a su vez como ministro de Defensa del gobierno cartista en 2015.

Mientras era fiscal de delitos informáticos, Ariel Martínez impulsó una reforma constitucional que muy bien le habría venido a Cartes y sus aspiraciones reeleccionarias, bajo la excusa de que buscaba una reforma del sistema judicial.

“Ayer, dos videos –uno en el que entraba y otro en el que salía– se puede comprobar que el suboficial Gustavo Florentín actúa solo, sin formar parte de ningún pelotón. Cuando sale de la Agrupación (Especializada) sale acompañado de una sola persona y cuando ingresa, ingresa solo. En ambas circunstancias, él no formaba parte de ningún pelotón, como establecen los protocolos, lo que nos da una prueba más de que él no estaba asignado, como vimos en la documentación de la Policía, para participar con el personal policial que actuó en esas movilizaciones y que salió sin tener autorización en su momento”, dijo Ariel Martínez el 5 de abril en conversación con Radio Monumental (AM 1080).

La mentira volvió a durar muy poco. Las imágenes captadas por el canal ABC TV revelaron no solo que el suboficial Florentín no actuó solo sino que estuvo asignado a la cobertura policial ya en horas de la tarde, cuando las manifestaciones se iniciaron en los alrededores del Congreso. Videos de cámaras de vigilancia y de circuito cerrado también demostraron que el agente llegó como parte de una comitiva de al menos 20 policías que se dirigieron al PLRA y estuvo encabezada por el comisario Tomás Paredes Palma.

El cruce de llamadas también confirmó la ubicación de Florentín durante la jornada.

Otra de las mentiras fue la del comisario Tomás Paredes Palma, quien encabezó el ataque al PLRA y trató de negar su presencia en el lugar. Sin embargo, el canal Telefuturo consiguió a su vez confirmar que sí estuvo en el lugar al cruzar imágenes de entrevistas con las de momentos posteriores al ataque y allí encontraron que el alto mando policial sí estuvo, todo por culpa del inoportuno reloj del comisario que apareció mientras brindaba órdenes a sus subalternos.

Paredes Palma permitió que sus subalternos, uniformados y vestidos de civil, huyeran del lugar sin brindar asistencia al joven al que habían asesinado cuando ingresaron al lugar.

Apuntan a Horacio Cartes

Los padres de Rodrigo Quintana cuestionaron duramente el actuar de la Fiscalía en la investigación. “Eso es lo que queremos saber: ¿Quién dio la orden? Pero, aparentemente, estando este gobierno y con Sandra Quiñónez como fiscala general no vamos a saber. Más o menos se sabe. Se sabe que fue Cartes, que fue (Blas) Llano. Estaba José Ortiz”.

juan.lezcano@abc.com.py

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