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Miguel Ayala Araújo (enfermero de IPS y el Ineram), su esposa Virginia Cabral de Ayala y su hija Amambay, de 18 años, son fanáticos de la lectura y mirando a su alrededor vieron que el barrio está lleno de niños, muchos de ellos hijos de madres solteras, de hogares sumidos en las drogas, el alcoholismo y la violencia. Se propusieron el objetivo de iniciar un “Rincón de lectura” en la Capilla Espíritu Santo del Bañado Norte.
Más tarde, los voluntarios de la Red Humanista Capítulo Paraguay hicieron la primera donación de libros y luego el resto de la gente fue sumando más ejemplares. Hoy cuentan con más de 1.000 libros que a los niños les encantan.
“Aquí en el barrio Tablada Nueva, en 15 de Septiembre casi India, donde está la capilla dependiente de la Parroquia Sagrada Familia, tratamos de fomentar la lectura como un primer paso para que estos niños no sigan el ejemplo de sus primos, hermanos, que están en la oscuridad de las drogas y el alcohol. Son niños que tienen un ambiente de violencia y de malos pasos que no queremos que sigan”, expresa el enfermero.
“Lo que a nosotros nos afecta es el tema de la inserción escolar, porque aquí hay muchos problemas familiares. Creemos que la lectura dará otro futuro a estos menores”, opinó Miguel. La obra corresponde a personas que tienen el mismo sueño y que son voluntarias. Aquí no se cobra la entrada ni los libros que los chicos llevan prestados. Atrás quedaron los días en que por la inundación la capilla quedó rodeada de agua del río Paraguay y el Mburicaó.
Los sábados de 8:30 a 10:30, el “Rincón de lectura” es un espacio de “cuentacuentos” para los más pequeñitos y un “club de lectores” para los más grandes. Se insertan también dibujo, pintura y canto, ya que Miguel y su grupo están también en la catequesis y saben que tienen que ejecutar la guitarra, cantar, alegrarles a los chicos en una dinámica para no permitir que se aburran.
Que toquen los libros
Es una experiencia única ver a los niños leyendo, tocando los libros, seleccionando sus lecturas, “porque ellos no son robots”, dice Miguel, quien quiere alejar a estos pequeños de los muchachos que merodean la cancha, muy cercana a la capilla. Lastimosamente, muchos en vez de hacer deporte se reúnen para drogarse y tomar.
Al terminar las actividades les espera una merienda que siempre es donada por vecinos y voluntarios. Aquí todo fue donado: mesas, sillas. “No tenemos nada que ver con partidos políticos, es la Red Humanista Paraguay la que nos ayuda, nos apoya. No mezclamos la política, no hablamos de política; nuestro ideal es sacar a esos niños de esa situación en que viven”, apuntó.
Si usted quiere colaborar
Todo lo que usted quiera donar para estos niños lo puede hacer al número (0995) 680-947.