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En el caso de los asalariados el mes de diciembre, una vez gastado el aguinaldo, es un mes de pago de honorarios atípico, ya que la mayoría de las empresas pagan una semana o días antes de finalizar el mes a causa del cierre contable del año. Aquí es donde empieza el efecto dominó que provoca el desfasaje financiero, ya que este sueldo se empieza a gastar de antemano, cuando debía estar destinado a su uso en el mes de enero en su totalidad.
En el caso de los trabajadores independientes, comerciantes y vendedores de servicios, estos dependen en parte de los pagos del sector asalariado, el cual se ve en apremios en este enero por lo mencionado más arriba. El otro factor que hace de este un mes interminable es que las personas (antes del modo Covid) acostumbraban viajar dejando los pagos recién para la vuelta de sus vacaciones. De esta manera el cuentapropista también se encontraba forzado a posponer sus pagos.
Como verán, el efecto dominó es determinante en nuestra pequeña economía. El programa #TalComoEs de la 98.5 ABC FM contactó con la economista Adriana Bock para explicarnos un protocolo a ser aplicado de urgencia, o sea ahora que promedia el primer mes del año y comienza a sofocarnos.
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Economía de guerra y a buscar moneditas
Según la especialista en estas dos semanas restantes del mes debemos aplicar algo parecido a una economía de guerra. “Veamos todo lo que tenemos y de cuánto disponemos para llegar de acá a fin de mes: efectivo, cuenta corriente, etc . Vamos a dividir todo en dos semanas y de lo que tengamos para gastar en una semana debemos darle prioridad a lo básico: alimentación y movilidad”, comentó.
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Ya luego de determinar cuántas veces vas a ir al supermercado en estas dos semanas y cuanto gastarás, además de calcular los litros de combustible o bien cuántos pasajes serán necesarios para tu movilidad, pasamos al segundo aspecto:
En busca del último “eju Lunes”
Según nuestra disponibilidad y en caso que te sobre dinero en este “cálculo de situación extrema”, nos encargamos de honrar las deudas. Es una mirada polémica ya que estamos acostumbrados a pagar primero las deudas para luego vérnosla con lo básico. La experta nos recuerda que actuar financieramente de la manera tradicional puede traer consecuencias serias como el stress.
“Generalmente hacemos al revés; tenemos plata, pagamos todas las cuentas y después vemos cómo vamos a sobrevivir en el día a día o de dónde sacar para poder cubrir los gastos y en medio de ese stress y desorganización, también la parte emocional nos juega una mala pasada, por ejemplo: nos ofrecen un crédito, nos llega un mensajito al celular y entonces tomamos un préstamo para gastos básicos, empeorando nuestra situación financiera para el resto año. Todo por tomar un préstamo sin haber calculado en qué íbamos a aplicarlo y si lo íbamos a poder pagar”, refiere la economista.
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Por esto la entrevistada insiste en priorizar lo básico de la subsistencia y en el casode que nos sobre un poco de dinero establecer una estrategia de pagos, empezando por las cuentas más urgentes y las más atrasadas. Con este esquema probablemente las cuentas de la Ande y Essap serán las beneficiadas, además de las cuentas atrasadas con más de 30 días. Ahora a esperar para reorganizarnos y empezar a pagar a partir de febrero.
“Yo no estoy diciendo ‘no pagues nada’ o ‘guardá tu plata’. No, ¡esperá! De la plata que te queda a fin de mes, tu prioridad es la subsistencia y las cuentas van en segundo lugar: de las más atrasadas a las menos atrasadas. Recordá que en febrero vas a necesitar tener una estrategia para ese mes y el venidero”, afirma.
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Evitar los préstamos
En tercer lugar es necesario tranquilizarse y parar la pelota; faltan 2 semanas para que termine el mes y a esta altura debemos evitar hacer un préstamo que cargue mas la mochila de deudas. “Hay que contactarse con los acreedores, entidad financiera o con la persona que se tiene ese compromiso y avisar que en febrero vamos a estar normalizando los pagos”, explica.
Nos cuenta Adriana que esta estrategia implica que al menos el primer trimestre vivamos de manera austera, mientras buscamos negociar con el acreedor, por ejemplo: dividir el monto adeudado en dos o tres y sugerir pagarlo en partes, así en febrero nos hacemos cargo de la cuenta del mes, más la mitad atrasada y al mes siguiente de la misma manera. “Si no se puede cubrir, podés hacer una amortización de lo que tengas pendiente e ir de a poquito poniéndote al día, porque no para todos es posible pagar doble las cuentas en febrero. La idea es que nos normalicemos en el mes de marzo”, indica.
Finalmente: respirá hondo y enfocate
Sabemos que la tranquilidad financiera es un pilar en nuestras vidas y mantiene en equilibrio entre otras cosas, nuestro humor pero más que eso. “Es algo que es trasversal para todos, un tema que cuesta hablarlo, mas allá de los memes, las bromas y los comentarios, por dentro cada persona está librando su propia batalla, su propio drama con ello. El equilibrio financiero impacta en todo, en la salud física, mental, en la productividad. Es importante respirar hondo, que entendamos que no es el fin del mundo, no es la muerte, que no estamos cometiendo un delito. Más bien que estamos pagando la consecuencia de lo que no previmos antes y lo importante es pensar que no nos tiene que volver a pasar...” finalizó la economista.
Salvo situaciones imprevistas o de fuerza mayor, aprendimos que lo más importante es cortar con el patrón que año tras año nos tiene ahogados/as durante el “enero puku”. Esto apenas implica un poco de organización y por supuesto previsión; o sea para el próximo diciembre guardar bajo siete llaves o quizás enterrando en el jardín junto a una trampa para osos con código de acceso, al menos, un cuarto de la plata que te llega de antemano en diciembre.
Y por ahora: ¡arroz blanco y bon appétit!