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Corbeta fue enjuiciado por el JEM porque ratificó la negativa de la ahora exfiscala Raquel Fernández de solicitar los extractos de llamadas de teléfonos celulares –entrantes y salientes– que realizaron al entonces comandante de la Policía Críspulo Sotelo durante la noche del 31 de marzo de 2017.
Guillermo Duarte Cacavelos, abogado de los padres de Rodrigo Quintana, dijo este martes en conversación con ABC que el magistrado nada tiene de culpa en el caso y que fue la exfiscala Fernández la que siempre actuó de mala fe al pedir estos datos. La exagente renunció durante un proceso del JEM el año pasado dentro de este mismo caso.
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“Le pedimos a Corbeta que dé una respuesta (sobre el cruce de llamadas); el juez Corbeta entendió que nuestro pedido es que la fiscala Fernández se expida nomás. Nosotros no le pedimos a él el cruce de llamadas, le pedimos que le intime nomás a la fiscala. El JEM llamó a todos los involucrados en la investigación y, dentro de eso, a Corbeta y Fernández. Fernández renunció y ahora le toca a Corbeta”, explicó el abogado.
Duarte dijo además que cuando Corbeta le pidió a la entonces fiscala que responda acerca de por qué no contestó sobre el pedido de cruce de llamadas, la exagente emitió una resolución rápidamente en un plazo que no correspondía, actuando así de mala fe, según el abogado de la familia Quintana.
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Estos cruces de llamadas finalmente fueron incluidos en la carpeta fiscal, pero nadie los investiga en el Ministerio Público, lamentó Duarte. Esto posibilitaría, según él, que la versión de Fiscalía de que Gustavo Florentín actuó solo y asesinó a Quintana cambiaría radicalmente, encontrándose otros actores y responsables en el caso.
La exfiscala Fernández había argumentado que el pedido de extractos de llamadas serviría solo para alimentar el morbo de la gente, ya que no tendría utilidad para la investigación del homicidio.