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Al llegar a Santiago, desvió unos minutos de su ruta inicial para ir hasta la tumba de su padre, Adolfo Giménez, considerado uno de los héroes de Boquerón, según dijeron luego en un breve discurso en la plaza local, donde recibieron al atleta unas pocas personas designadas, ya que por la pandemia de Covid-19 no fue organizado ningún acto especial que pudiera reunir mucha gente.
Ante unas 20 personas, y frente a un monolito coronado con un busto de un soldado del Chaco, se ondearon banderas paraguayas y hubo palabras de agradecimiento para Giménez, pues su corrida sirvió para que la fecha no pasase en medio de un silencio absoluto, dijeron.
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El atleta fue acompañado por una decena de jóvenes y otros no tan jóvenes en varios tramos de su recorrido y principalmente a su llegada a Santiago. También saludaron su llegada con petardos y vivas a la patria.
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En la plaza, el discurso principal estuvo a cargo de don Rafael Acosta, un referente de la comunidad local, quien se pronunció a favor de que la historia vuelva a ocupar un lugar de preponderancia en la cultura y en la vida cotidiana del Paraguay, teniendo en cuenta que es una de las cosas mas valiosas que tiene el país.