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Mariángela Guidito Abdala Carisimo, Paloma Chaparro Panimboza y Giselle Noemí Ferrer Pasotti son las imputadas por la presunta comisión de los hechos punibles de daños a bienes de Patrimonio Cultural, perturbación de la paz pública y violación de la cuarentena sanitaria.
En el marco de la Ley 5621/16 de Protección al Patrimonio Cultural, se prevén penas de hasta 10 años de cárcel, por lo cual los agentes intervinientes solicitaron medidas de prisión preventiva. Sobre las tres jóvenes ya pesan órdenes de detención, que fueron remitidas a la Policía Nacional y hoy también solicitaron orden de captura internacional con fines de extradición.
Cabe mencionar que Abdala Carísimo (34) publicó en sus redes sociales que consiguió asilo político y ya no se encuentra en el territorio nacional. Las tres deberían comparecer para su audiencia de imposición de medidas el próximo miércoles 16 de setiembre.
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El agente Fabián Centurión explicó que se realizaron allanamientos en lugares de referencia, debido a que las personas involucradas no poseen domicilio fijo. “Las tres cuentan con documentación paraguaya pero sin domicilio fijo. En uno de los lugares habría estado hace 15 días aproximadamente”, detalló.
Además, los fiscales solicitaron una serie de oficios y solicitan “la colaboración de la ciudadanía que cuente con datos o referencias para encontrar a las personas involucradas en el hecho que estamos investigando”, dijeron en rueda de prensa.
Con el objetivo de identificar a más personas involucradas en los daños al Panteón, la Fiscalía también había solicitado a las casas comerciales que se encuentran sobre la calle Palma las filmaciones de los circuitos cerrados, a los efectos de obtener un mejor panorama de todos los participantes y para estudiar la conducta del personal policial que se encontraba en el lugar.
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El hecho se registró el sábado 5 de setiembre pasado durante manifestaciones por el asesinato de dos niñas argentinas de 11 años en un enfrentamiento entre miembros de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) y el autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP).
A raíz de ese suceso, un grupo de ciudadanos se autoconvocó en el microcentro capitalino para protestar por el homicidio de dos menores de edad y el hermetismo manejado por el Ejecutivo al informar sobre los detalles del suceso. Durante las manifestaciones, una joven ingresó hasta el Panteón de los Héroes y quemó una bandera paraguaya colgada en sus paredes, para luego llenar el patrimonio histórico de grafitis.
Como demostración de indignación por el daño al Panteón de los Héroes, cientos de ciudadanos rodearon de ofrendas florales toda la histórica edificación.
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