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Ayer, el ministro de Salud, Julio Mazzoleni, aseguró en conferencia de prensa que no se creó ningún protocolo especial para la boda de Sol Cartes. Esta mañana, la fiscala Teresa Sosa compartió en Twitter un comentario relacionado a esas declaraciones y aseguró: “El gobierno autorizó la boda! No miento!” (sic).
“Yo tengo conocimiento de que el órgano rector, que es el Ministerio de Salud Pública, conocía, sabía y autorizó, lo que también motivó las declaraciones del comandante de la Policía Nacional, de por qué motivo la boda tenía cobertura policial. Dos cosas luego tenía: no tenía solamente autorización, sino cobertura policial, por seguridad”, manifestó la fiscala en contacto con ABC Color.
Ante la consulta de si existió algún tipo de protocolo para el evento, dijo que las autorizaciones se realizan por diferentes vías y adelantó que va a dirigir una nota a la Fiscala General del Estado, Sandra Quiñónez, en la cual detallará todo lo sucedido.
“Estoy cansada de la hipocresía de la gente que cuando hay problemas se lava las manos y quiere cortar por la parte más fina de la piola. Entonces, basta, ya pasó con Salum. Esa fue una mentira de punta a pértigo”, indicó, haciendo referencia al escándalo ocurrido meses atrás con la autorización especial para el empresario Karim Salum.
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Recordemos que también ayer la fiscala Sosa había sido abordada sobre el mismo tema y afirmó que ni el Ministerio Público ni la Policía podían intervenir en el evento porque el Ministerio de Salud lo autorizó.
Eso fue luego desmentido por el titular del Ministerio de Salud, quien dijo que “no existe ningún protocolo adicional” y todos los existentes y oficiales están publicados en el portal de la cartera sanitaria.
Esta mañana, la fiscala Sosa se mantuvo firme en sus primeras declaraciones, asegurando nuevamente que el Gobierno autorizó la cuestionada boda realizada en plena pandemia del nuevo coronavirus con una cantidad importante de invitados.
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La boda se llevó a cabo el fin de semana pasado y fue duramente cuestionada por toda la ciudadanía, debido a que se constataron numerosas violaciones al protocolo sanitario por la pandemia. Los primeros se constataron en la boda religiosa, llevada a cabo en la Catedral de Asunción, donde la novia y su padre se presentaron sin tapabocas.
Asimismo, a la fiesta llevada a cabo en San Bernardino también acudieron numerosos invitados, aunque los protocolos solo permiten la presencia de 20 personas por cada evento.
En las cercanías se montaron hasta barreras policiales y con personal sanitario, “para controlar la temperatura”. Pese a las imágenes divulgadas y a las críticas, ninguna autoridad intervino en el evento para verificar el incumplimiento de los protocolos vigentes en esta cuarentena inteligente.
Ya antes de la realización la boda generó muchas expectativas, debido a que todos los invitados debían realizarse el test del nuevo coronavirus para poder asistir. Cabe resaltar que la prueba en el sector privado tiene un costo que ronda los G. 700.000 por persona.
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