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La población está compuesta por pequeños ganaderos y las viviendas se separan a considerables distancias unas de otras. La comunidad se localiza a unos 200 km del casco urbano de Fuerte Olimpo.
“En época de inundaciones quedamos totalmente aislados”, menciona doña Ciriaca Cabañas, una de las antiguas pobladores. Agrega que los precarios caminos quedan inundados y solo pueden salir a caballo, demorando entre 2 y 3 días para llegar a la población de Toro Pampa en busca de alimentos o medicinas.
“En más de una ocasión la asistencia de víveres de parte de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) lo recibimos a bordo de helicópteros, debido a la imposibilidad de llegar por tierra”, dijo la mujer.
Esta época de sequía que se vive en el Chaco es un momento más que oportuno para que se realicen trabajos de levante de terraplén y colocar algunos tubos de desagüe en nuestro camino, refirió la pobladora.
Son solamente unos 35 km donde se debe realizar los alteos y evitar así quedar aislados en temporadas de grandes lluvias.
Doña Ciriaca dijo que enviaron solicitud de ayuda a las autoridades de la Gobernación de Alto Paraguay, atendiendo al programa que están implementando para ayudar a los pequeños productores en reparación de caminos, pero hasta la fecha no tienen respuesta, se quejó.
Los niños y jóvenes de esta zona estudian en el internado Ñu Apua, regenteado por el Vicariato Apostólico del Chaco, distante a 70 km, y debido a la precariedad de los caminos se dificulta llegar al lugar.
Finalmente, doña Ciriaca dijo que también deben soportar la prepotencia de los grandes ganaderos que tienen como vecinos, quienes prohíben transitar por los caminos que antiguamente utilizaban los moradores, por lo que deben recorrer varios kilómetros de más.