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El teniente coronel Aldo Pintos, comandante de las Fuerzas Especiales de la Senad, manifestó que trabajaron durante diez días en la extensa zona de la reserva Morombí para desarticular una red de marihuaneros que se dedican primero a tumbar los árboles, para venderlos como madera o carbón, y luego en el sitio deforestado cultivan la marihuana.
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Durante el operativo se destruyeron 155 hectáreas de marihuana, 60 parcelas del cultivo en etapa de crecimiento, 12 mil kilos de marihuana prensada lista para su venta, 36 prensas hidráulicas, 200 kilos de semillas del narcótico y 49 campamentos marihuaneros.
“Estas personas normalmente están deforestando una zona para la venta de rollos, como madera o carbón, y luego usan esas parcelas para plantar la marihuana, generando un doble perjuicio ambiental en la reserva”, dijo el comandante Aldo Pintos.
Agregó que es difícil determinar quiénes son los financistas de estos cultivos. Si bien hay asentamientos cercanos, no se puede identificar a las personas que pagan a los cultivadores de marihuana, pues llegan en sus vehículos lujosos, entregan una parte del dinero y cuando retiran la mercancía dan el resto y se alejan sin dejar rastros.
El operativo fue ejecutado con agentes de la Senad, personal del Instituto Forestal Nacional (Infona), del Ministerio Público y el apoyo de las Fuerzas Aéreas y se enfocó en unos diez kilómetros de donde ocurrió el enfrentamiento entre campesinos y policías conocido como “Masacre de Curuguaty”.
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Cabe mencionar que la reserva Morombí, compuesta por más de 25 mil hectáreas de bosques, sufre constantes ataques por la mafia de tráfico de rollos y el cultivo y procesamiento ilegal de marihuana, sin que las autoridades nacionales puedan frenar dicho ilícito.