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Los profesionales manifestaron que durante esta cuarentena aumentaron los casos de cefalea que podrían derivar al síndrome visual informático. Se cree que entre el 19 y el 53 por ciento de las personas con exposición prolongada a las pantallas sufren de dolor de cabeza como efecto secundario, en algunos casos los dolores pueden prolongarse por una semana.
Con el confinamiento obligado debido al COVID-19, tanto niños, adolescentes y jóvenes se vieron forzados a desarrollar sus tareas de manera online y debido a eso deben estar más tiempo frente a una computadora o manipulando un teléfono celular. Uno de los efectos secundarios pueden llegar a ser dolor de cabeza o falta de sueño.
Entre algunas de las recomendaciones que dio la Sociedad Paraguaya de Neurología encontramos la disminución del brillo de la pantalla activando el filtro de luz del teléfono celular. Después de utilizar la computadora dos horas seguidas, dejar descansar la vista por lo menos 15 minutos. También mejorar la postura colocar la columna en posición neutral, el centro de la pantalla a 8 o 10 centímetros por debajo del nivel de los ojos y a 40 centímetros de distancia.
Además, antes de dormir no utilizar celulares ni computadoras porque el brillo altera el ritmo circadiano de la melatonina, que es la hormona del sueño.