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La Pastoral Social de la Arquidiócesis de Asunción habilitó más de 40 comedores comunitarios de ayuda para las familias más necesitadas, que están pasando hambre debido al paro general de actividades para la prevención del COVID-19. De esta manera, ya se repartieron cerca de 100.000 platos en 10 días, cifra que se buscará duplicar en los próximos días.
Si bien el Gobierno emprendió programas de subsidio alimentario ante esta crisis económica que golpea fuerte a los sectores más pobres de la ciudadanía, la ayuda no llega a todos. Por esta razón, varias organizaciones no gubernamentales y religiosas decidieron tomar la posta en cuanto a realizar actividades solidarias.
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Esta iniciativa benéfica de la Pastoral Social contó con el apoyo igualmente de voluntarios, sacerdotes y miembros de las comunidades parroquiales, la Asociación de Empresarios Cristianos y la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne, así como de algunas instituciones del Estado que trabajan con este enfoque, como la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) y el Ministerio de Desarrollo Social.
Cabe resaltar que ya van 32 días del distanciamiento social, que ha significado la pérdida del empleo para muchas personas, principalmente quienes trabajaban informalmente para juntar dinero día a día. Estas familias quedaron literalmente sin nada que comer y ahora, en muchos casos, dependen de la solidaridad de las organizaciones.
Hasta la fecha, son 133 los casos que dieron positivo en el país al COVID-19, de los cuales 18 se recuperaron y seis resultaron fatales.