El obispo de Misiones y Ñeembucú, monseñor Collar Noguera, dio a conocer algunos criterios para la Semana Santa, considerando lo señalado por el Decreto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, la carta de la Conferencia Episcopal Paraguaya (CEP) y las indicaciones del Gobierno y después de consultar con el consejo presbiterial.
Señaló que la Semana Santa es momento propicio para celebrar en familia y dar gracias a Dios. En relación a las celebraciones en los templos de cada parroquia, Basílica Menor de Pilar y la Catedral de San Juan Bautista, Misiones, dijo que serán con reducido número de fieles, respetando la medida sanitaria.
Exhortó a los fieles a participar vivamente desde sus hogares, a seguir la transmisión por televisión, radio o redes sociales. “El Viernes de Dolores, 3 de abril de 2020, los obispos y la Iglesia del Paraguay nos preparamos con gran júbilo para consagrar nuestra nación y nuestro pueblo a la Virgen de los Milagros de Caacupé”, expresa el comunicado de monseñor Collar Noguera.
Agregó que la ceremonia incluye el siguiente programa: a las 17:00 repique de campanas en todas las parroquias del país; 17:10 rezo del rosario presidido por monseñor Ricardo Valenzuela Ríos. Al final, todos los obispos del Paraguay consagrarán la nación paraguaya a la Virgen de los Milagros de Caacupé.
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Monseñor Collar Noguera señaló que en esta Semana Santa se debe profundizar la fe y mantener la esperanza, la solidaridad y la responsabilidad ante la pandemia causada por el COVID-19.
“Todos debemos poner de nuestra parte, ser solidarios y responsables para superar la pandemia”, dijo el obispo.
Añadió que la Iglesia ha decidido seguir las celebraciones muy privadas, de acuerdo a las orientaciones de las autoridades sanitarias, en el marco de la prevención y en defensa de la vida.
Explicó que la orientación es que se lleve adelante todas las celebraciones con reducido número de fieles y a puertas cerradas en los templos y parroquias.
En tanto que la misa crismal se trasladó al 2 de mayo, a las 10:00, víspera del domingo del Buen Pastor, en la Basílica Menor de Pilar, departamento de Ñeembucú. Las demás celebraciones se harán a puertas cerradas y con reducido número de fieles.
“Vivimos en un tiempo muy especial, por eso insistimos mucho en la reconciliación, en el encuentro familiar y sobre todo orar y reflexionar sobre la importancia de la vida que nos ha dado Dios”, dijo el obispo.