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En el departamento de Boquerón, las escuelas no abrieron este miércoles sus puertas. Están cerradas todas las instituciones tanto públicas como privadas y privadas subvencionadas. El gobernador Darío Medina sostuvo que es correcto cumplir con las indicaciones sanitarias del gobierno central, aunque esto signifique afectar el calendario escolar. “Después tenemos que ver cómo recuperar las horas perdidas, pero por ahora tenemos que cumplir con las indicaciones”, remarcó.
Instó a la población del departamento a lavarse las manos, evitar contactos directos y no reunirse en forma masiva con otras personas. Mientras tanto, los comentarios y especulaciones en cuanto a nuevas sospechas del coronavirus también en el Chaco no se hicieron esperar en las redes sociales y grupos de WhatsApp. Ayer circulaban comentarios sobre una supuesta sospecha en uno de los centros urbanos del Chaco Central, que después fue desmentida categóricamente por el doctor Silvio Yudis, de la XVI Región Sanitaria Boquerón.
La suspensión de clases viene en un momento de mucho calor que azota a esta zona del país, sumado a la falta de lluvias, que se hace sentir ya cada vez más en muchas partes del Chaco, donde no se tiene grandes precipitaciones desde hace más de tres meses.
En este sentido, la suspensión de clases inclusive significa un alivio. En Boquerón se trabaja este año nuevamente con un calendario diferenciado y las clases ya comenzaron el 12 de febrero. Con la suspensión de las actividades y su regularización posterior, el año escolar local se ajustaría otra vez al año escolar general.