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Ayer falleció Daniela Luján (10), la niña que estaba conectada a un corazón artificial aguardando por un donante que no llegó. Hoy, los médicos del Hospital San Jorge y los familiares de Wendy temen que ella tenga el mismo destino, debido a que su cuadro es muy grave y a que -por su peso- no puede ser conectada a un corazón artificial.
“Estamos cada noche pensando si Wendy amanece o no. Ella es prioridad absoluta, debido a la gravedad”, destacó el director del nosocomio, Dr. Marcos Melgarejo. Además, destacó que hay otros dos pequeños que aguardan donantes pero cuyo cuadro no es tan grave como el de la pequeña de dos años.
El médico destacó que el mayor problema con el trasplante cardíaco en niños es el peso, pues existen muchos menos donantes pediátricos, a diferencia de los adultos, ya que a diario, lastimosamente, la cifra de muertos por accidentes es muy alta y la conciencia está aumentando.
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Por otra parte, lamentó la muerte de Daniela y recordó que ella estuvo cuatro semanas conectada a un corazón artificial. Aseguró que el Ministerio de Salud hizo todo lo posible para ayudarla en su lucha, pero que en este caso su vida dependía completamente de la llegada de un donante. Contó que hubo un par de candidatos que fueron rechazados por motivos médicos y uno que, lastimosamente, la familia no aceptó que sea donante.
Finalmente, destacó que con las fiestas de fin de año siempre aumentan las cifras de accidentes e instó a los familiares de las víctimas a que, en medio de su dolor, piensen en la donación de órganos, ya que hay personas que esperan una luz de esperanza para seguir viviendo.
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