No fue el primer peluche: hallan droga en otro osito enviado a exnovia

Salomón Bogarín Agüero ya habría hecho un primer intento de incriminar a su exnovia, Shirley Roa, obsequiándole un peluche el pasado 7 de noviembre. Sin embargo la estrategia no le funcionó porque la universitaria ignoró el regalo.

El primer osito que recibió Shirley quedó olvidado en un rincón de su casa, por lo que la situación no fue descubierta hasta días después.
El primer osito que recibió Shirley quedó olvidado en un rincón de su casa, por lo que la situación no fue descubierta hasta días después.Gentileza

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Según confirmó a ABC Digital la fiscala a cargo del caso, Lorena Ledesma, Salomón Bogarín Agüero, de 38 años, ya había enviado un primer peluche a su exnovia, Shirley Roa, el pasado 7 de noviembre a su domicilio.

Pero como la joven no se encontraba en casa, el obsequio, junto con bombones y caramelos, fue recibido por familiares de la universitaria, que no le dieron mucha importancia al presente.

Los tocos de marihuana fueron extraídos del interior del primer peluche que Shirley puso voluntariamente a disposición de la Fiscalía.
Los tocos de marihuana fueron extraídos del interior del primer peluche que Shirley puso voluntariamente a disposición de la Fiscalía.

Al no salir nunca de la casa con el peluche, Shirley se salvó de ser incriminada, por lo que Salomón hizo un segundo intento días después, que sí le funcionó, porque envió el paquete a la universidad Columbia, donde estudia la joven.

Lea: Intentó incriminar a su exnovia con un peluche relleno con droga

Minutos después, una llamada alertó al 911 sobre una chica que llevaba consigo drogas ocultas en un peluche, por lo que la joven fue detenida. Se presume que el mismo Salomón Bogarín habría hecho la llamada para incriminar a su expareja. Este segundo juguete estaba relleno con 50 dosis de marihuana, mientras que el primero tenía en su interior 144 gramos de marihuana.

La historia detrás del primer peluche fue descubierta recién en la tarde de este miércoles, luego de que Shirley Roa declaró voluntariamente el episodio y se ofreciera a entregar a la fiscala aquel regalo. Así, los intervinientes abrieron el osito y encontraron los tocos de la droga.

El hombre hacía pasar todos estos presentes como dedicatorias para reconquistar a la joven, e incluso le agregaba notas de amor.

Este peso tenía la primera "carga" de marihuana que envió el sospechoso dentro del primer osito de peluche.
Este peso tenía la primera "carga" de marihuana que envió el sospechoso dentro del primer osito de peluche.
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