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Durante su visita a la ciudad de Ayolas, Misiones, Mario Abdo Benítez fue consultado sobre los dictámenes emitidos por la Comisión Bicameral que investiga el acta bilateral del 24 de mayo. Una periodista le pregunta qué opina con respecto al hecho de que hay quienes dicen que es culpable y otros afirman lo contrario. “Apoyo a los que dicen que no”, se limitó a contestar brevemente el jefe de Estado.
El pasado miércoles, los 10 integrantes de la CBI no llegaron a un acuerdo para emitir un solo dictamen que resuma las seis conclusiones que fueron presentadas por los legisladores y firmaron diferentes documentos. Sin embargo, cabe destacar que la mayoría coincidió en que tuvo un carácter entreguista y todos coincidieron en echar la culpa al entonces embajador Hugo Saguier Caballero, quien era el jefe de la misión diplomática y vicecanciller paraguayo.
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Los senadores Jorge Querey, Antonio Barrios, Fernando Oreggioni y Eusebio Ramón Ayala incluyeron al presidente Mario Abdo Benítez en sus informes, mientras que la conclusión firmada por los cuatro legisladores llanistas y cartistas no lo incluyó, argumentando que no pueden investigarlo atendiendo al artículo 195 de la Constitución Nacional, que habla sobre las comisiones de investigación.
Por su parte, los oficialistas Colyn Soroka y Enrique Bacchetta defendieron al Presidente y al ex canciller nacional y actual senador Luis Castiglioni.
El senador Querey fue el único que incluyó en su conclusión al vicepresidente de la República, Hugo Velázquez, mencionando que estuvo en conocimiento del acta desde un principio y tenía conexiones con Leros, la compañía brasileña supuestamente vinculada al presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.
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Conversaciones de WhatsApp lo implican
Meses atrás se dio a conocer que el presidente de la República había recibido presiones del Brasil para hacer firmar el acta secreta del 24 de mayo y el contrato reglamentario. Abdo Benítez no solo fue puesto al tanto de la gravedad del acuerdo, sino que además pidió que se mantuviera en sigilo e insistió en que Pedro Ferreira, entonces titular de la ANDE, firmara el contrato.
Por ejemplo, el 5 de marzo apuró a Ferreira para resolver las cosas con Eletrobras e Itaipú, con el siguiente mensaje: “PEDRO, apura solución ANDE Electrobras. Está todo parado. Tenemos que mover la economía, Itaipú es una herramienta. No se puede ganar en todo en una negociación”. El titular de la estatal contestaba que haría lo posible porque todo lo que planteaban los brasileños implicaba subas tarifarias con impactos de hasta 400 millones de dólares.
Varias semanas después, en otra conversación, Abdo manifestó: “Acá tenemos que negociar. Y al negociar se sacrifican posiciones hasta algunas veces principios pero es la responsabilidad que tenemos hoy. No creas que yo hago todo lo que quiero. Todos los días tengo que digerir tragos amargos pero hoy el país está en nuestras manos y creo que está en las mejores manos. Fuerza!”.
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Cabe recordar que el polémico acuerdo habría sido firmado en secreto, a espaldas de la ANDE, el 24 mayo de este año y Ferreira se habría negado a validarlo, por lo que presentó su renuncia. Además de él, este hecho también derivó en la salida del ex embajador paraguayo en Brasil Hugo Saguier, el excanciller Luis Castiglioni, el ex director paraguayo de Itaipú José Alderete y el extitular de la ANDE Alcides Jiménez, quien había reemplazado a Ferreira y aprobado el acta.
Entre otras cosas, en el acta, Paraguay renunciaba a ser prioridad en la compra de energía adicional, que es mucho más barata que la contratada. Este beneficio -que se perdía con el nuevo acuerdo- fue firmado en 2007, cuando Brasil deseaba construir nuevas turbinas. En consecuencia, la ANDE iba a tener que abonar a Itaipú más de US$ 300 millones, además de lo que viene pagando actualmente.
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