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El intendente municipal de Zanja Pytã, Ramón Velázquez, señaló que, oficialmente, no saben quién es el propietario del edificio, ya que este fue construido sin que el o los propietarios hayan presentado a la Comuna los planes de construcción y ni siquiera abonaron el impuesto a la construcción.
Ante esta situación, la Comuna de Zanja Pytã estaría interviniendo el local donde ya está funcionando la referida universidad. “Nadie se acercó a la Comuna a pagar el impuesto a la construcción. No sabemos si el local posee medidas de evacuación y de prevención de incendio, teniendo en cuenta que recibe una gran cantidad de estudiantes”, cuestionó Velázquez.
El negocio de la universidades en esta frontera sigue en auge, teniendo en cuenta que miles de estudiantes brasileños cruzan hacie nuestro país para realizar sus estudios, especialmente la carrera de medicina, teniendo en cuenta que el costo de los estudios es mucho menor que las universidades de ciudades brasileñas.
Sin embargo, muchas universidades que ofrecen la carrera de medicina no están legalmente habilitadas para ofrecer esa carrera e, incluso, algunas están en funcionamiento gracias a medidas judiciales a pesar de no ser legalmente habilitadas.
En este caso de la Unasur, llama la atención que haya abierto un local en el pequeño pueblo de Zanja Pytã, fronterizo con el Brasil y a apenas 7 kilómetros de la capital departamental, donde también funcionan varias universidades, frecuentadas por miles de estudiantes brasileños.
Desde nuestra redacción regional se intentó contactar con responsables de la universidad para conocer su versión de los hechos, pero no se pudo identificar a un responsable. No obstante, nuestro diario está abierto a publicar su descargo.