Cargando...
El principal sospechoso fue identificado como Gustavo Adrián Báez Gómez, alias “Jaguarete” (23), quien se encontraba oculto en una precaria vivienda en el pasillo Río Ypané casi San Carlos, de la ciudad de Fernando de Mora. Más temprano ya había sido detenido un menor de edad en calidad de cómplice, informó Fiona Aquino, periodista de ABC Color.
Lea más: Oficial Antinarcóticos murió baleado en procedimiento
“Jaguarete” es el autor confeso del crimen registrado anoche en el que perdió la vida el oficial Dávalos, durante un procedimiento realizado en la misma zona donde fue detenido el sospechoso.
De acuerdo a los antecedentes, Dávalos ingresó ayer al mencionado pasillo a bordo de una patrullera con un compañero, por sospechas de que allí se comercializaba crack. Al notar la presencia policial, una persona realizó disparos al aire.
Los efectivos descendieron del vehículo para verificar e interrogar a los hombres, momento en el cual éstos reaccionaron y dispararon contra el oficial Dávalos.
Jorge Barrios, abogado del adolescente de 16 años, expuso que el procedimiento de detención se realizó en el Hospital de Clínicas, en San Lorenzo, donde éste se encontraba en compañía de su madre para acudir a una cita médica, según informes de Ariel Espinoza, periodista de ABC Color.
“Debía consultar por problemas de salud que él padece; problemas psicológicos y psiquiátricos”, dijo el defensor. Aseguró que la madre, quien sufre una enfermedad grave, quedó en shock a raíz del procedimiento de detención.
El comisario Sergio Insfrán, subjefe del Departamento de Investigación de Homicidios, sostuvo que -de acuerdo a los datos- ambos sospechosos estaban armados y realizaron disparos, pero la pericia balística determinará quién fue el autor material del crimen.
Como parte de las investigaciones, se realizó un allanamiento en la zona de la detención de los sospechosos, en la vivienda del tercer involucrado. En la casa se encontraron dos armas de fuego, una de calibre .32 y otra .38, así como alrededor de un kilo marihuana dividido en dosis. En la casa vive un adolescente de 16 años que, si bien no participó del homicidio, habría escondido el arma homicida.