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El titular del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) insistió en que si bien puede haber irregularidades en las más de 100 oficinas que tienen a nivel país, en el caso del cuádruple asesinato de la pareja conformada por Alcibiades Desiderio Ayala Coronel (71), su esposa Francisca Núñez Romero (71) y dos menores de edad, respalda la labor de sus funcionarios.
“Es una tragedia lo que pasó, pero lastimosamente tengo que decir que algunas veces tuvimos problemas nuestros (...) tampoco vamos a poner las manos en el fuego, pero en este caso tengo que proteger a mis funcionario. No hubo complicidad en este caso”, insistió Martín Camperchioli.
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Insistió en que Cesareo Antonio Duarte Galeano, una persona con antecedentes por abigeato y quien es sindicado como el que prestó su marca y gestionó las guías de traslados de los animales robados tras el crimen, realizó todas las gestiones y documentaciones para trasladar de manera “legal” los animales para ser faenados en un frigorífico.
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“Siempre y cuando tengamos un documento oficial que nos avale el bloqueo del establecimiento nosotros hacemos caso. Pero en este caso, este Cesareo (Duarte) no tuvo nunca ni un bloqueo ni pedido de documentos. Ahora sale que esta persona sí tuvo antecedentes”, dijo el titular de Senacsa, argumentando que esta persona que gestionó el traslado de los animales hasta el Frigorífico Athenas Food no tenía ninguna alerta encima.
“Se presentó el documento de la compra, sino no se iba a emitir la guía. Tuvo tiempo de pintar marca por marca”, refirió, destacando que los delincuentes, tras el crimen, se tomaron el tiempo incluso de agregar la marca de Cesareo para hacer pasar los atos de ganado tranquilamente por los controles de Senacsa.
“Le llamé al fiscal, le abro la puerta de todas las unidades zonales donde él quiera visitar y sacar toda la información, pero fue un mal comportamiento del ganadero, de Cesareo Duarte”, insistió, afirmando que desde la institución están abiertos a investigaciones para determinar si la complicidad incluyó a sus funcionarios.
También deslinda de responsabilidades al frigorífico, ya que según sostiene, al día reciben entre 5.000 a 6.000 cabezas de ganado, y que la recepción de este ato robado se hizo de madrugada y estando los animales sucios. Una vez que fueron notificados de la irregularidad de los papeles, incluso lograron detener la faena, destacó.